18 de junio 2020 - 00:00

Efecto cuarentena: se estira la recesión y profundiza el problema de los recursos

La propagación del coronavirus por la zona del AMBA, con un aumento significativo de casos, obligó al Gobierno a replantearse tanto el nivel de flexibilidad como la extensión de la cuarentena. Días atrás, el presidente Alberto Fernández no descartó volver a la Fase 1, mientras que el viceministro de Salud bonaerense Nicolás Kreplak dejó abierta la posibilidad de que las restricciones se extiendan en algunas zonas hasta mediados de septiembre. Es por eso que, tanto economistas como sectores empresarios, coincidieron que de tomarse estas medidas, la recesión se profundizaría aún más.

Por ejemplo, la consultora LCG esperaba para este año una caída del PBI del 11%. “Si la cuarentena se extiende, vamos a tener que revisar el número, pero podríamos hablar de que ese 11% es un piso”, aseguró a Ámbito su director Guido Lorenzo. En la misma sintonía, un informe de la consultora Econométrica analizó que la economía caerá un 11,5% este año, aunque subrayó que dicha cifra dependerá “del ritmo de desarme de las restricciones y si la inflación se acelera en el último trimestre del año tras la emisión monetaria durante la cuarentena”.

En tanto, algunos indicadores dan cuenta de que en mayo la actividad industrial comenzó una lenta recuperación. Un estudio de IERAL sobre la base del consumo de energía eléctrica, destacó que “industria, que inicialmente se contrajo en forma abrupta, comenzó a recobrarse, aunque actualmente alcanza el 80% del nivel de marzo”. De todas formas, en caso de que la cuarentena se vuelva más estricta en la zona del AMBA, dichos repuntes podrían revertirse. “No hay que perder de vista que más del 60% del PBI es del área servicios, del cual surge la demanda para esos sectores industriales, por lo que hay una interconexión de la cual no se puede separar. Cuando la economía se empieza a achicar, el mismo efecto multiplicador hace que se demanden menos de esos bienes y por lo tanto funcionan con menos capacidad, con despidos o no pueden sostener sus costos”, analizó Guido Lorenzo.

Para el sector empresario, indefectiblemente, una prolongación de la cuarentena generaría un impacto más que negativo. Desde la CAME, sostuvieron que los locales que pudieron abrir se encuentran en niveles de venta entre 50% y 75% por debajo del nivel previo a la pandemia. “El problema es que la situación se alarga indefinidamente. En Argentina, una pyme cerrada puede subsistir veinte días; llevamos casi cien. El impacto más grande es por la prolongación de la medida”, sostuvieron.

Desde el sector alimenticio, en tanto, señalaron que actualmente un 30% de los empleados no trabaja, “en parte porque hay muchas personas en condición de riesgo y porque la actividad tampoco lo requiere, salvo en algunos sectores alimenticios como fideos, leche y harina, en el resto no hay demanda”. De todas formas, el presidente de la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) Daniel Funes de Rioja, sostuvo que “hay que ver cuál es la medida concreta” que toma el Gobierno en cuanto al retroceso en la fase de la cuarentena. “Lo que nos habían dicho, era que la idea no era retroceder en todo. Además, hay que ver si lo que van a retroceder son actividades industriales y servicios, o actividades sociales. Una cosas es retroceder el running y otra, la industria”, sostuvo.

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