Dejando de lado apuestas fuertes como la de Lehman Bros. -con su prestigio hecho pedazos por su imprevisión ante la crisis tal vez no le quede mucho remedio- a un rally de al menos 9% en las acciones para antes de fin de año (el argumento es que tres a seis meses después de las últimas nueve crisis, los mercados subieron y que sólo en una ocasión no lo hicieron tras 12 meses), la rueda de ayer con el S&P 500 del lado perdedor durante todo el día (en algún momento llegó a ganar 1 punto) y el Dow que apenas alcanzó a trepar 0,14%, a 13.778,65 puntos, demuestran una vez más que con sus últimas decisiones, la Fed no disparó un rally alcista (de hecho, otra vez le tocó lo peor al sector inmobiliario, por el cual pretendidamente se bajó la tasa). Esto no quiere decir que no se haya alcanzado cierta calma ( según el UBS el riesgo en renta fija ha retornado a niveles precrisis, el bursátil está neutro y el de las monedas -negativo-se ha reducido a niveles razonables), pero esto a un costo no bien determinado que va desde lo concreto del desplome del dólar y un muy posible rebrote inflacionario hasta planteos éticos sobre la genuflexión de la Fed ante el poder político para salvar a quienes tomaron riesgo sin ninguna previsión. Es cierto que el nuevo escenario genera oportunidades de ganancias, como las que se vieron ayer en la "pata exportadora" del sector tecnológico, y temores, como los que circulan respecto del nivel de pérdidas que deberán absorber balances (¿de u$s 6.000 a u$s 8.000 millones?) del Citigroup, el Morgan y el "of America" cuando en apenas días presenten los últimos.
El contenido al que quiere acceder es exclusivo para suscriptores.
Si bien para "el consenso" lo peor de la crisis aún no se refleja en la economía norteamericana, la idea es que Europa y China bastarían para apuntalar el resto de los mercados financieros. Puede ser. De todas formas, resulta interesante preguntarnos qué pasaría si con los Estados Unidos a "media máquina" se dispara una nueva crisis en algún mercado de segunda línea.
Hablando de "burbujas", las Bolsas emergentes -impulsadas por Brasil, Rusia, la India y China-marcaron el martes un récord histórico, fruto al menos en parte del desplome del dólar y del "espejismo sobrevaluatorio" de los activos físicos. Cuidado.
Dejá tu comentario