1 de junio 2007 - 00:00

"El país vuelve a ser atractivo para inversores"

Carolina Muniagurria, directora de la boutiquede la joyería Cartier, dijo que la participaciónde las mujeres está creciendo enel mundo de los negocios.
Carolina Muniagurria, directora de la boutique de la joyería Cartier, dijo que la participación de las mujeres está creciendo en el mundo de los negocios.
«Las mujeres son competitivas. En el ámbito laboral se nota mucho eso porque cada una quiere desarrollar su carrera profesional, y si estás en un puesto jerárquico mayor, te demuestran envidia; todas quieren llegar a ese puesto donde estás vos.» De esta manera, la directora de la boutique de la joyería Cartier en la Argentina, Carolina Muniagurria, explicó la fuerte competitividad en el ambiente empresarial. A continuación, los pasajes más importantes de la entrevista.

Periodista: ¿Cómo ve la integración de la mujer argentina a los negocios?

Carolina Muniagurria: En nuestro país, la mujer mostró un avance, está comenzando a tener una participación más activa. La actitud de las argentinas hacia lo laboral cambió y cambió también la visión de la sociedad acerca de las mujeres. Es muy positiva esta transformación. Actualmente, tanto el hombre como la mujer trabajan y se reparten las tareas domésticas, lo cual me parece justo, porque habla de un trabajo en equipo. Esta nueva visión se debe en parte a que muchos, debido a la crisis económica de 2001, emigraron y conocieron otras culturas, y al volver trajeron al país otros valores, distintos de los que ya existían acá. En España, por ejemplo, la mujer está totalmente integrada al ámbito empresarial, donde ganó mucho terreno. Hoy en ese país ocupan más cargos que los hombres. Se las respeta como profesionales. Todo es equitativo allá.

P.: ¿Alguna vez se le presentaron obstáculos en el ámbito laboral por su condición de mujer?

C.M.: Sí, los tuve. En una época trabajé en una importante automotriz como supervisora de ventas y trabajaba rodeada de hombres. Esto, a veces, me dificultaba algunas cosas. Pero siempre vi estas complicaciones como desafíos. Aprendí a trabajar con hombres y no es algo que hoy me incomode hacer. En mis equipos de trabajo me gusta incluirlos porque tienen una visión más práctica sobre las cosas, son más sencillos que las mujeres, que solemos enroscarnos por las cosas. Porque también, en un momento me tocó conducir un grupo de 20 mujeres y fue muy complejo. Las mujeres son competitivas. En el ámbito laboral se nota mucho eso porque cada una quiere desarrollar su carrera profesional, y si estás en un puesto jerárquico mayor, te demuestran envidia, todas quieren llegar a ese puesto donde estás vos. Lo positivo que tenemos es que somos más disciplinadas, organizadas, eficientes, emocionales, tenemos una mirada muy intuitiva. Por eso, a la hora de conformar grupos de trabajo se necesitan los dos sexos. Cada uno aporta distintos elementos para alcanzar los objetivos comunes.

P.: ¿Cuál es la clave para tener éxito?

C.M.:
El trabajo en equipo, sin dudas. Para todos los ámbitos de la vida, se debe trabajar en grupo. Los propósitos personales se deben conjugar con los del grupo. También creo que es indispensable saber adaptarse a los cambios, a aquellos que uno genera y planea, y aquellos que surgen sin tenerlos previstos. Cuando trabajé en España tuve que aprender muchas cosas para poder integrarme a esa cultura que, para mí, era nueva. Una de las cosas que más me sorprendieron cuando llegué allá fue que las empleadas eran casi todas mujeres. Estuve viviendo 6 años en ese país y hace poco que regresé a la Argentina. Al principio me costó aterrizar en esta tierra, pero rápidamente me adapté. Si ejecutás acciones para llevar a cabo tus propósitos, los caminos se abren solos. Es necesario la actitud. Hay que tener propósitos claros y confianza en las propias capacidades. Con optimismo y trabajo se puede lograr todo. Las actitudes derrotistas no sirven, como tampoco sirve tener esquemas mentales muy cerrados. Se debe estar preparado para analizar los errores y probar nuevos rumbos.

P.: ¿Cómo es trabajar en Cartier?

C.M.:
Ser directora de esta boutique es un desafío muy grande. Se me abrió un camino en esta joyería en un momento en que ésta estaba entrando en una etapa de cambios y me integraron para que formara parte de ellos. En la boutique, nos dividimos los roles. Cada empleado tiene una función clara que desarrolla para lograr nuestra meta, que es que el cliente se sienta cómodo. En mí recae una gran responsabilidad porque estoy a cargo del control del stock y de la caja, pero también existe una responsabilidad grupal por lograr un propósito que debe ser igual para todos los que pertenecemos a Cartier. Acá manejamos joyas de mucho valor y por eso necesitamos contar con gente de confianza. Es muy importante el trabajo en conjunto, el trabajo en equipo. Sin un equipo bien formado no se logran los objetivos deseados.

P.: Usted se fue con la imagen de una Argentina destrozada por la crisis, ¿cómo ve hoy al país?

C.M.: El presente de la Argentina es muy positivo. Volvió a ser visto en el exterior como un país atractivo para inversores. Hubo una gran reactivación y hay un gran tráfico de turistas.

Entrevista de Marcela Pagano

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