14 de septiembre 2007 - 00:00

El reino de la usura

Las cadenas de electrodomésticos cobran hasta 125% de tasa al público. Las financiaciones que ofrecen se expresan a través de distintos mecanismos: otorgan créditos personales, emiten tarjetas de crédito propias y venden en cuotas sus productos. La tasa que cobran, desorbitada de por sí, se esconde en todas las promociones o ni siquiera figura en sus folletos. Refleja la ausencia de control del organismo de Defensa del Consumidor y del propio Guillermo Moreno, quien se exhibe como celoso custodio de los precios. Las cadenas de electrodomésticos cierran, de esta manera, un negocio financiero inmejorable: los créditos que otorgan luego los revenden en el mercado local (a AFJP, compañías de seguros y bancos). Por el dinero que reciben, pagan una tasa de 20% anual, seis veces menor que la que les cobran a los clientes. Casi no afrontan incobrabilidad y a los ingenuos clientes los atosigan con generosa propaganda en los medios. Un escándalo.

En las publicidades, las casas de electrodomésticos resaltanlas cuotas mientras que en letra chica aparece el verdaderocosto financiero.
En las publicidades, las casas de electrodomésticos resaltan las cuotas mientras que en letra chica aparece el verdadero costo financiero.
Sacar un crédito personal en una casa de electrodomésticos es hasta tres veces más caro que a través de un banco. Esto se da porque, mientras en las principales cadenas de artículos para el hogar se cobra una tasa de interés nominal anual de hasta 125% (que depende principalmente del plazo de otorgamiento del préstamo), en las entidades financieras tiene un costo total que oscila entre 30% y 40%.

Con el boom del consumo (uno de los principales motores del crecimiento económico), estos establecimientos desplegaron un abanico de posibilidades para financiar las ventas, en particular de sus clientes no bancarizados, quienes no pueden acceder a préstamos personales. Es así como, además de ofrecer tarjetas de crédito propias para la adquisición de sus artículos, incorporaron desde principios de año la posibilidad de obtener créditos personales que, al ser dirigidos a sectores de bajos recursos (que no cuentan con los avales bancarios tradicionales), se otorgan a tasas de interés exorbitantes.

  • Costo financiero

  • Este diario visitó distintas casas de electrodomésticos y se encontró con que la información acerca del costo financiero total no está claramente explicitada, como ocurre para los préstamos personales de los bancos comerciales, regulados por el Banco Central. Además, al solicitarla no se encontró con las tasas de interés cobradas, sino con los montos de los créditos y las cuotas a abonar. Así, el dinero que se puede obtener es de entre $ 1.000 y $ 6.000, según los ingresos de quien lo solicita y del «historial» que registre en la tienda; los plazos comienzan en 12 meses y llegan a ser de hasta dos años.

    Por citar un ejemplo, si se concurre a la sucursal Alto Palermo de Garbarino para un préstamo de $ 1.000 a pagar en un año y con una cuota de $ 130, se termina abonando $ 1.560. En Frávega de Santa Fe 3212, ocurre algo similar:-para un crédito de $ 1.300 en 15 cuotas de $ 160, se alcanza a pagar $ 2.400.

    Esta nueva «estrategia» por parte de las casas de electrodomésticos tuvo como objetivo, principalmente, aprovechar la liquidez con la que contó el mercado en los últimos años y obtener una ganancia financiera.

  • Fideicomisos

    Es que varias de estas cadenas empezaron a emitir fideicomisos. El negocio era simple: mientras en la plaza conseguían obtener fondos a un costo que no superaba 16% anual (utilizando como garantía lo que recaudaban a través de sus préstamos), ellos cobraban a sus clientes hasta 100%. Así, la diferencia entre lo que pagaban y cobraban iba directamente a sus arcas.

    En las últimas semanas, la suba de las tasas provocó que el costo de financiamiento se disparase e incluso algunas casas de electrodomésticos están considerando cancelar los fideicomisos, colocaciones que venían realizando mensualmente. Incluso, algunos analistas señalan que si la volatilidad con las tasas no cesa, la incobrabilidad aumentará y los primeros fideicomisos podrían empezar a caer a partir del año que viene.

    En general, para acceder a estos créditos es necesario contar con la tarjeta de crédito de la casa de electrodomésticos,aunque, dentro de los trámites de obtención del préstamo, tener el plástico se vuelve sólo un simple paso adicional. Inclusive, en algunos lugares no es indispensable demostrar los ingresos percibidos con un recibo de sueldo, sino que sólo con el DNI y el pago de algún servicio se obtiene el préstamo.

    A pesar de que el costo financiero triplique al de un banco, para los tomadores de estos tipos de préstamos éste no constituye un criterio fundamental a la hora de evaluar obtenerlo o no. Al no poder acceder al crédito tradicional, lo que resulta de mayor importancia es determinar si es posible pagar la cuota mensual. Es decir, si los ingresos corrientes mensuales son suficientes para abonarla; la tasa de interés pasa a un segundo plano.

    Es así como el círculo viciosode la pobreza se acentúa inclusive más, ya que por no contar con el historial adecuado y por ende no estar bancarizado, cierta población debe enfrentar un costo financiero de hasta tres veces superior que al que accede una persona con la documentación y avales correspondientes.
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