El reino de la usura
Las cadenas de electrodomésticos cobran hasta 125% de tasa al público. Las financiaciones que ofrecen se expresan a través de distintos mecanismos: otorgan créditos personales, emiten tarjetas de crédito propias y venden en cuotas sus productos. La tasa que cobran, desorbitada de por sí, se esconde en todas las promociones o ni siquiera figura en sus folletos. Refleja la ausencia de control del organismo de Defensa del Consumidor y del propio Guillermo Moreno, quien se exhibe como celoso custodio de los precios. Las cadenas de electrodomésticos cierran, de esta manera, un negocio financiero inmejorable: los créditos que otorgan luego los revenden en el mercado local (a AFJP, compañías de seguros y bancos). Por el dinero que reciben, pagan una tasa de 20% anual, seis veces menor que la que les cobran a los clientes. Casi no afrontan incobrabilidad y a los ingenuos clientes los atosigan con generosa propaganda en los medios. Un escándalo.
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En las publicidades, las casas de electrodomésticos resaltan
las cuotas mientras que en letra chica aparece el verdadero
costo financiero.
Esta nueva «estrategia» por parte de las casas de electrodomésticos tuvo como objetivo, principalmente, aprovechar la liquidez con la que contó el mercado en los últimos años y obtener una ganancia financiera.
Es que varias de estas cadenas empezaron a emitir fideicomisos. El negocio era simple: mientras en la plaza conseguían obtener fondos a un costo que no superaba 16% anual (utilizando como garantía lo que recaudaban a través de sus préstamos), ellos cobraban a sus clientes hasta 100%. Así, la diferencia entre lo que pagaban y cobraban iba directamente a sus arcas.
En las últimas semanas, la suba de las tasas provocó que el costo de financiamiento se disparase e incluso algunas casas de electrodomésticos están considerando cancelar los fideicomisos, colocaciones que venían realizando mensualmente. Incluso, algunos analistas señalan que si la volatilidad con las tasas no cesa, la incobrabilidad aumentará y los primeros fideicomisos podrían empezar a caer a partir del año que viene.
En general, para acceder a estos créditos es necesario contar con la tarjeta de crédito de la casa de electrodomésticos,aunque, dentro de los trámites de obtención del préstamo, tener el plástico se vuelve sólo un simple paso adicional. Inclusive, en algunos lugares no es indispensable demostrar los ingresos percibidos con un recibo de sueldo, sino que sólo con el DNI y el pago de algún servicio se obtiene el préstamo.
A pesar de que el costo financiero triplique al de un banco, para los tomadores de estos tipos de préstamos éste no constituye un criterio fundamental a la hora de evaluar obtenerlo o no. Al no poder acceder al crédito tradicional, lo que resulta de mayor importancia es determinar si es posible pagar la cuota mensual. Es decir, si los ingresos corrientes mensuales son suficientes para abonarla; la tasa de interés pasa a un segundo plano.
Es así como el círculo viciosode la pobreza se acentúa inclusive más, ya que por no contar con el historial adecuado y por ende no estar bancarizado, cierta población debe enfrentar un costo financiero de hasta tres veces superior que al que accede una persona con la documentación y avales correspondientes.
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