Embratel dice que quiebra de Worldcom no la afecta

La telefónica brasileña Embratel aseguró hoy que sus operaciones e inversiones no se verán afectadas por la declaración de bancarrota de su socio mayoritario, la estadounidense WorldCom, porque sus operaciones son independientes.

"Embratel es una empresa operativa y financieramente independiente de WorldCom. De esta forma, todas las actividades desarrolladas por Embratel prosiguen normalmente", afirmó el presidente de la empresa, Jorge Rodríguez, en un comunicado.

Rodríguez destacó que a pesar de que WorldCom es el accionista mayoritario, Embratel siempre ha sido independiente, y aseguró que los únicos flujos operacionales entre las dos compañías se resumen al pago de tarifas por la conexiones internacionales.

"No existen préstamos entre Embratel y WorldCom. La financiación de la empresa se obtiene directamente de bancos y otras entidades financieras, sin garantías de WorldCom", agregó.

En sentido destacó que Embratel mantendrá las inversiones de 1.100 millones de reales (unos 385 millones de dólares) previstas para este año.

Desde que se destapó el escándalo contable de WorldCom han surgido muchas conjeturas sobre el futuro de Embratel, que arrastra una deuda líquida de 3.100 millones de reales (unos 1.100 millones de dólares), pero Rodríguez insistió en que la bancarrota del socio mayoritario "no afectará" las operaciones de la empresa.

WorldCom tiene el 19,3 por ciento del capital total de Embratel, que adquirió en julio de 1998 cuando la antigua empresa estatal brasileña fue privatizada, mientras que el 80,7 por ciento restante del capital está en manos de accionista minoritarios.

A comienzos de año WorldCom anunció su intención de vender parte de sus activos en América Latina, entre ellos Embratel, lo que resulta imposible concretar antes de 2003 por impedimentos legales.

Según las reglas del sector brasileño de telefonía, el control de una empresa privatizada tiene que mantenerse inalterado por lo menos durante cinco años contados a partir de la fecha en que se adjudicó la concesión, lo que significa que, en el caso de Embratel, WorldCom no podrá venderla antes del segundo semestre del año que viene.

Más recientemente se especuló con la posibilidad de que la empresa sea devuelta al Estado brasileño, pero los especialistas consideran esa hipótesis como poco probable, porque el Gobierno tendría que reintegrar a Embratel las inversiones hechas en los últimos cuatro años.

El ministro de Comunicaciones de Brasil, Juarez Quadros, dijo hoy desde Londres a medios brasileños que su Gobierno sigue con atención la situación de WorldCom, pero que hasta el momento las operaciones de Embratel no han sido afectadas.

"En nuestros contactos y colecta de informaciones con la dirección de Embratel, fuimos informados de que la empresa está aislada de los problemas en Estados Unidos", dijo Quadros a la Agencia Estado de noticias.

El presidente de Embratel explicó que la empresa seguirá adelante con sus programas de expansión de redes urbanas de fibra óptica para ofrecer el servicio de telefonía local fija, una vez que las autoridades brasileñas concedan la respectiva licencia para ampliar su área de actuación.

Actualmente Embratel ofrece los servicios de larga distancia nacional e internacional, acceso a internet y de transmisión de datos corporativos.

La crisis de WorldCom ha provocado fuertes caídas en las últimas semanas a las acciones de Embratel negociadas en las bolsa de Sao Paulo, donde los papeles preferenciales de la compañía abrieron hoy nuevamente a la baja.

Las acciones preferenciales de Embratel abrieron con una caída del 6,6 por ciento, y las ordinarias con un descenso del 2,2 por ciento.

Según cálculos de auditores independientes, el valor de mercado de Embratel, que en la época de la privatización era de 2.650 millones de reales (unos 2.250 millones de dólares de entonces), se ha reducido a 790 millones de reales (unos 273 millones de dólares de hoy), debido a las dudas sobre su salud financiera.