16 de septiembre 2008 - 00:00

En Argentina bajaron soja, Bolsa y bonos

El viento de cola ya no existe. Viró. Es cierto que la soja aún permanece en niveles elevados, pero perdió 20% en dos meses. Ayer, la caída fue de 2% y si se analiza lo que está sucediendo con el precio de las materias primas, el panorama es preocupante. El petróleo, por ejemplo, cerró a u$s 95,7 y anoche en Tokio se operaba a u$s 93. El mundo va camino a una fuerte desaceleración. La Argentina ya la sentía antes por mérito propio. Ayer, las acciones y los bonos perdieron 5%. El riesgo-país trepó 8%, a 825 puntos. Se va a sentir en la actividad económica. El dólar trepó un centavo, a $ 3,11. Las tasas de interés tienen un inevitable sendero al alza en los próximos días. Más que nuca, el dato a seguir es el de la evolución de los precios de los granos en Chicago, que son los que pueden amortiguar o acelerar este proceso de ajuste al que se encaminan todas las economías del mundo.

En Argentina bajaron soja, Bolsa y bonos
Los bonos de la deuda, a pesar de que estaban en el piso, soportaron una fuerte caída de hasta 5%, en particular los nominados en dólares. El riesgo-país, en estas circunstancias, se elevó 8%, a 822 puntos.

Es previsible que los títulos en dólares hayan bajado más que los nominados en pesos, porque no estaban tan afectados por las mediciones del INDEC. Ante el derrumbe de Wall Street, todos los papeles de países emergentes sucumbieron. Los bonos de referencia de la deuda de Brasil cedieron 2,40%, pero fueron los títulos argentinos en divisas los más castigados. El Discount en dólares perdió 4,80% en Nueva York y en euros cedió 7%.

El BODEN 2012, el principal bono posdefault en dólares, perdió 4% y es uno de los títulos de referencia de la deuda. El ser uno de los de más corto plazo, no lo puso a salvo de la debacle.

El BODEN 2015, que se ha convertido en un bono de referencia por la colocación que se le hizo a Venezuela, aunque no sea un título importante en el menú argentino, cayó 3%. Si Chávez lo comprara hoy, equivaldría a que le preste dinero a la Argentina a una tasa de 19%.

En cambio los cupones PBI en pesos aguantaron la caída, porque el Banco Central fue un fuerte comprador. El derivado quedó sin cambios. El cupón movió en el MAE $ 22 millones, una cifra muy elevada para lo que habitualmente opera.

La entidad que preside Martín Redrado, compró bonos por más de $ 80 millones para intentar sostenerlos. Fracasó con el Discount en pesos que perdió 3,17% y con los BONAR en dólares que bajaron-2,50%, pero evitó que las bajas fueran más pronunciadas. El Discount a futuro, se negoció en el Rofex de Rosario, con retrocesos de más de 2%, A fin de mes cotizó a $ 96 (-2,03%) y a fin octubre, a 97,50 (-2,01%).

El otro bono del canje, el Par en pesos, tuvo una fuerte corrida y perdió 5,13%. No hubo forma de parar la caída de este título que, para recuperar los mejores precios que supo tener, debería subir más de 50%.

En general, los bonos del canje deberían subir en esa proporción para volver a ocupar el lugar de privilegio que tuvieron en las carteras de ahorro.

Entre los bonos posdefault en pesos que son víctimas de las mediciones del INDEC, se destacó la baja del BOCON Pro12 con 3,80%.

Los negocios, no fueron tan elevados y eso es una buena noticia. Entre el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y la Bolsa de Comercio se hicieron $ 2.100 millones.

«He escuchado exageraciones, como que esta crisis es igual a la del 30 y no es así. Aquélla fue una crisis sistémica (del sistema) y ésta afecta a algunos sectores y papeles. De la misma manera que hay acciones que están bajando, otras suben. Mientras esté contenida, la crisis no se va a propagar», señaló Mariano López Sartorio de Capital Markets Argentina (CMA).

En estas circunstancias, la salida de divisas será inevitable, pero el gobierno tiene en sus manos herramientas oportunas que pueden atenuar el impacto. Por caso, sincerar el INDEC para que los ahorristas en lugar de ir al dólar, se refugien en bonos en pesos de la deuda.

Arreglar con los holdout, tenedores de bonos de la deuda que no entraron al canje, le aseguraría un ingreso de capitales, porque el precio de los bonos defaulteados es tan bajo y su volumen muy reducido, que pueden resultar atractivos.

Lo que es impensable, es que en estos momentos se le pueda pagar al Club de París. Es una decisión que si se posterga y se toma junto con arreglo con los holdout y el sinceramiento del INDEC, será bienvenida por el mercado.

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