Esplendor de moda chavista
Cristina estrenó boina chavista en inauguración de horno en Siderar. Justo el día en que el venezolano desiste del Mercosur.
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La expectativa de inflación aceleró en abril y se ubica en el 41,3% para los próximos 12 meses
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El dólar barato y los problemas de competitividad impactan en las exportaciones

Luis Betnaza (Techint), Daniel Scioli, Néstor y Cristina
Kirchner y Paolo Rocca cortan las cintas del Alto Horno 2
«Evita» en la que fue la planta de SOMISA.
A la hora de los discursos, Kirchner calificó a Rocca -a quien repetidamente llamó «querido Paolo»- como «uno de los tres mejores empresarios del país». Y a pesar de que no aclaró cuáles eran los otros dos, diferenció a los « empresarios serios» de los que «apuestan a triunfar en el desastre».
En lo político, aseguró que el próximo gobierno (que aseguró estará encabezado por su esposa) marcará «una nueva institucionalidad» y garantizó que el crecimiento económico superará «8% ciento anual». Garantizó que «Cristina desde el gobierno y Scioli como gobernador van a profundizar las convicciones para construir este país con justicia, con equidad y con industria nacional, un país para todos».
Por su parte, Rocca, tras recordar que la planta había sido obra del General Savio y pensada como empresa mixta en 1947, casi al mismo tiempo que su abuelo Agostino Rocca se lanzaba con Techint en la Argentina, dijo que «TerniumSiderar refleja hoy las herencias de esas historias paralelas. Es una empresa privada que cuenta entre sus accionistas a sus trabajadores y que mantiene viva la misma vocación por la inversión».
Agregó que con la apertura del alto horno «completamos dentro de los plazos originales un plan de inversión de más de u$s 600 millones destinado a aumentar nuestra capacidad productiva e introducir mejoras para producir materiales cada vez más sofisticados destinados a nuestros clientes en todo el mundo».
Destacó que la planta volvió a operar con dos hornos tras quince años, y se tomó un minuto para homenajear a su padre Roberto y a su hermano Agostino, ambos fallecidos, tras lo que confirmó que en los próximos cuatro años « planeamos llevar la producción de acero de esta planta de 2,8 millones a 4 millones de toneladas/año de productos siderúrgicos, con una inversión de u$s 800 millones».
El plan prevé la instalación de una nueva máquina de colada continua, la ampliación del puerto, la modernización de las coquerías y las plantas de subproductos y la potenciación del laminador en caliente, entre otras obras. Rocca aseguró que la expansión «creará alrededor de 3.000 puestos de trabajo durante su construcción y nuevos puestos de trabajo permanentes en la planta y su zona de influencia».
Después siguieron varios párrafos laudatorios del Presidente y su política industrialista, referencias a la expansión de Ternium en la región (no dijo nada de la ayuda recibida del Presidente para que Chávez no le expropiara Sidor) y del preocupante crecimiento de China como potencia manufacturera. «No podemos crecer exportando materias primas e importando productos industriales desde otros continentes», enfatizó.
Después, tanto en el VIP como en la carpa general, hubo empanaditas, picada criolla y helados; todo sin alcohol, como para reafirmar la tradicional austeridad de los Rocca.
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