7 de marzo 2006 - 00:00

Europa y Mercosur, más lejos de lograr acuerdo

Roberto Lavagna
Roberto Lavagna
Las negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea siguen paralizadas a la espera de algún avance en la ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio. Las ilusiones de ambas partes se desvanecen poco a poco debido a la falta de ofertas concretas. Numerosos negociadores, economistas y diplomáticos reunidos ayer en París admitieron que las negociaciones entre ambos bloques «son importantes pero no prioritarias» en este momento.

En el encuentro, no hubo representantes del gobierno, que actualmente ocupa la presidencia pro tempore del Mercosur. Sin embargo, desde la Cancillería argentina se espera que en las próximas semanas llegue a BuenosAires una nueva oferta desde la UE para reducir en algún punto sus subsidios agrícolas, pero siempre dentro del marco de las discusiones en la OMC.

«Está claro que para la UE, la ronda de Doha es ahora la prioridad. Es ahí donde inyectamos toda nuestra energía y donde más tenemos que ganar. Si esta negociación fracasa, habrá que esperar mucho tiempo para lanzar otra», estimó Beatriz Knaster Sánchez, asistente del comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson. «Mercosur no puede aceptar una base de negociación que todavía no conoce», respondió ayer Regis Arslanian, negociador brasileño en este acuerdo con la UE.

La representante europea en el seminario de París dijo además que visto el retraso registrado en las negociaciones de Doha, el acuerdo con el Mercosur no podrá concretarse en la cumbre de la UE-América latina y el Caribe que se celebrará en mayo en Viena.

Del mismo seminario participó Roberto Lavagna. El ex ministro propuso ayer que la UE y el Mercosur suspendan las negociaciones en el marco de Doha y comiencen a discutir un tratado de este tipo de manera directa, sin la intervención de la OMC. Dijo además que estas negociaciones deben reemplazarse por un proyecto de asociación en obras de infraestructura de integración en los cuatro países del bloque sudamericano, con una inversión europea de u$s 10 mil millones. La propuesta, formulada durante su intervención como invitado en el seminario, consiste en firmar los capítulos político y de cooperación del acuerdo y suspender la discusión para la liberalización del comercio a la espera de los resultados de la Ronda de Doha.

Por último, los europeos manifestaron ayer en París su inquietud por la adhesión de Venezuela al Mercosur, proyecto al que consideran más político que real
.Ante esta posición, el brasileño José Eduardo Felicio, funcionario de Itamaraty (la cancillería de ese país), dijo que «la adhesión de Venezuela al Mercosur no nos supone ningún problema, ya que hará al bloque más fuerte en el ámbito internacional». Del debate de París participaron también el director general de la OMC, Pascal Lamy, y el ex presidente del BID Enrique Iglesias.

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