Ex operador de Santa Cruz complicado en caso Greco
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La ampliación de denuncia que presentó el Ministerio de
Economía en la investigación por el pago a los Greco involucra
ahora no sólo a ex funcionarios de Roberto Lavagna.
Tal como adelantó ayer este diario, un informe aún pendiente de publicidad de la Auditoría General destaca la actuación de Alfredo McLoughlin, secretario de Finanzas de Miceli hasta fines de 2006, frente al trámite final de esas órdenes de pago a favor de las familias Greco-Bassil.
En la ampliación de denuncia que presentaron Alejandra Tadei y Alejandro Rua ante el juzgado de Torre se enfatiza el mismo tema. Se denuncia allí que Eggink, todavía en el Ministerio, frente al reclamo de pago por parte de los abogados de los Greco, recurrió directamente a McLoughlin, «eludiendo los carriles administrativos correspondientes. Es decir, recurrió al secretario de Finanzas cuando debió haberlo hecho directamente al máximo superior del área Legales».
Cuando creció la presión de los abogados de los Greco y del juez Francisco de Asís Soto por cobrar, aplicando inclusive astreintes de $ 500 diarios por incumplimiento, Eggink, según denuncia Economía, volvió a eludir los pasos reglamentarios y recurrió nuevamente a McLoughlin, que tenía ya un control suficiente sobre la causa como para que se pidiera un prórroga para contestar en el juzgado ya que él se encontraba en el exterior.
Esa historia terminó el 10 de noviembre de 2006 -el polémico proyecto ya estaba ingresado en el Congreso-, cuando McLoughlin giró el trámite de pago a la Dirección de Administración de la Deuda Pública, que le informa al juez Soto: «El saldo de la autorización presupuestaria para la colocación de Bonos de Consolidación existente a la fecha no alcanza para cancelar la suma reclamada». Es decir, no se cuestionaba la realización del pago, sino la falta de fondos. «La inexistencia de partida presupuestaria constituye un impedimento material que se podrá solucionar cuando se cuente con la correspondienteautorización del Congreso nacional», le dijo esa dirección al juez. Se sabe que para frenar el ímpetu del juez por ejecutar la sentencia a favor de los Greco, se le recordó más tarde a aquél que había sido elevado al Congreso el proyecto de Presupuesto 2007, que contempla una autorización de pago de deuda consolidada por $ 3.500 millones, suficientes para cancelar las órdenes de pago a los Greco.
Pero se le dio otra garantía al insistir con la existencia de otro proyecto -el que luego fue frenado- que fijaba un valor nominal en bonos de $ 710 millones para cancelar ese tipo de deuda. La investigación que lleva adelante Miceli intenta ahora llegar a descubrir cuántos funcionarios de su propio ministerio estuvieron involucrados en esta garantía de pago y cuál fue su participación en otros posibles ilícitos que tuvieron mecanismos similares en los últimos años.
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