1 de abril 2021 - 11:54

Expensas: bajó la morosidad, pero preocupa la segunda ola de Covid-19

El nivel de morosidad está en el 20%, tras haber tocado el 40% en la primera parte de 2020, en plena pandemia. Sin embargo, el sector está preocupado por las consecuencias que podría traer un nuevo parate en la economía.

Las familias privilegiaron ponerse al día con las expensas apenas hubo una recuperación progresiva de la actividad económica a fines del año pasado y principios de éste: el nivel de morosidad en el pago de esta obligación bajó del casi 50% en abril de 2020 al 25% en enero último. Sin embargo, la llegada de la “Segunda ola de Covid-12” y al incremento de los costos fijos en los edificios genera preocupación en el sector.

Miguel Ángel Summa, presidente de la Cámara Argentina de Propiedad Horizontal y Actividades Inmobiliarias (CAPHyAI), resaltó que “si bien la morosidad disminuyó, sigue siendo un nivel importante. Además, se suma la tardanza en el pago, porque estos se producen más cerca del 15 de cada mes (cuando su vencimiento es el 10)”.

“Esto dificulta el normal pago de las obligaciones (servicios, impuestos, costos fijos y demás) ya que la mayor porción vencen del 5 al 10, esto es tanto para consorcios de viviendas como de oficinas”, mencionó ante la consulta de Ámbito.

En este contexto, la estrategia de la mayoría de los consorcios es realizar trabajos de urgencia y dejar para otro momento las obras de mantenimiento y puesta en valor del edificio.

Por su parte, Claudio Vodanovich, secretario general de la Cámara Inmobiliaria Argentina, comentó en diálogo con este diario que “el nivel de morosidad de expensas se redujo considerablemente a principios de este año (se estima que cayó desde el 47% de abril de 2020 hasta el 20% en enero último) debido a la recuperación progresiva de la actividad económica desde fines del año pasado”.

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* Datos de Octavo Piso

* Datos de Octavo Piso

“Esa mejora de la economía hizo que las familias tuvieran mayores ingresos y, como consecuencia de ello, comenzaron a ponerse al día con las deudas acumuladas con respecto a algunos servicios, como por ejemplo las expensas”, agregó.

Es que, en plena pandemia y recorte de ingresos, las familias se limitaron a pagar servicios u obligaciones imprescindibles. “El pago de alquiler tuvo un nivel bajo de deuda (estuvo por debajo del 7% en los grandes centros urbanos) porque es lo que las familias privilegias por tratarse del lugar donde viven. También intentaron no atrasarse con el pago de servicios como la luz o el gas”, mencionó.

La preocupación del sector inmobiliario ahora radica en la llegada de una segunda ola de Covid-19, que podría generar un nuevo parate en la economía.

Summa comentó que la perspectiva anta la llegada de un nuevo rebrote de casos “no es muy alentadora ya que los gastos se han incrementado debido a aumentos de sueldos, abonos y reparaciones, etcétera. También se habla de aumentos de los servicios. Por eso, estimamos que se producirá un mayor índice de morosidad en las expensas”.

Para Vodanovich, “pese a que se recuperó el nivel de cobrabilidad de las expensas en esta primera parte del año, existe una fuerte preocupación por los incrementos de precios en insumos, costos laborales y demás; a lo que se suma el temor por la llegada de una segunda ola”.

Por su parte, Daniel Tocco, vicepresidente 1° de la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal y Actividades Inmobiliarias, planteó que “es necesario que la tendencia la baja en la incobrabilidad de expensas se mantenga porque existen muchos problemas para solventar los gastos fijos del consorcio y –ni hablar- para realizar reparaciones”.

En este sentido, afirmó que el actual nivel de morosidad en el 20% “sigue afectando los recursos de los consorcios para cumplir con las obligaciones”.

Cabe recordar que, a principios de marzo, el sindicato de los encargados de edificios cerró su paritaria 2021 con un 32% de aumento salarial en cuatro tramos: 7% en abril, 10% en julio, 10% en octubre y 5% en febrero de 2022.

Lo nueva normalidad es más digital

El uso de medios digitales, especialmente las transferencias bancarias, aumentó con fuerza durante el Aislamiento, Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) primero y el Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DISPO) después.

En este caso, en línea con las expectativas de la transformación digital producida en casi todas las industrias durante la pandemia, se pudo constatar que los medios de pago presenciales (efectivo, cheque y depósito por cajero) cayeron de un 53,81% en enero 2020 a un 20% en febrero 2021.

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En el mismo sentido, el medio de pago que más se incrementó en este período fue la transferencia bancaria, que pasó de 27,78 a un 51%. Mientras que el uso de billetera electrónica, una tendencia creciente en el último tiempo, aun no se ha instalado en este segmento, representando menos de un 10 % de los pagos registrados. Así se desprende de un informe de Octavo Piso, sistema web para la administración online de consorcios.

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