A contramano de la dirección tomada ayer por mercados del exterior, el Merval se vio huérfano de negocios y debiendo soportar que le desagiaran lo obtenido en la rueda final de la pasada semana. A la que había que refrendar con una mayor actividad de demanda y predisponer a los operadores, para la arremetida clásica de los finales mensuales.
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Mientras que el Dow repuntaba con 0,61% y el Bovespa tomaba vuelo superior, hasta 1,2% de alza, en Buenos Aires se vivía una rueda de recogimientoen los dos indicadores. Acaso, un modo inesperado de arrancar el período, con un veloz adelgazamiento de órdenes y que reiteró performances muy pálidas del mes. Con mínimo en 1.668 y un máximo en los 1.682 puntos, todo culminó en los 1.669 puntos, dejando un saldo de baja leve, de 0,41%. Pero que pesó por más en lo que hace al choque de expectativas entre lo que se suponía y lo que se verificó.
Ausencia fundamental de la demanda, dejando caer en vacío cualquier orden de venta y aunque fuera de escaso número de papeles. Como ejemplo terminante, la plaza de Tenaris y que se abasteció con menos de 80.000 acciones, después del repunte anterior favorecida por ciertas «recomendaciones» al respecto. En precios, aportó 0,5% de baja al índice ponderado, neutralizando la suba -de igual nivel- en Grupo Galicia. En tanto, retrocedía malamente el papel de Petrobras, con casi 2%. Poco, muy poco, un total efectivo en acciones de sólo $ 29 millones aunque con el dato curioso de conservar franja anterior de mercado -11%- en prueba de una contracción muy fuerte, en otros segmentos del mercado. Casi nada, en ningún activo bursátil. Y la Bolsa, desespera.
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