Gobierno reconoce que faltará carne y habrá suba de precios

Finalmente, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, reconoció que el alza de la carne no se debe a especulaciones de los productores. Por 90 días permitirá faenar animales de menor peso para aumentar la oferta en la plaza. Hay preocupación oficial porque si no se toman medidas rápidamente, los aumentos en los precios serán fuertes durante el verano, época de mayor demanda. Ayer, el polémico funcionario se reunió con cada una de las entidades del campo y debió enfrentarse con quienes le discutieron la intervención y fijación de precios máximos en Liniers. Mientras tanto, siguieron subiendo frente a la desconfianza de los ganaderos, que comenzaron a restringir sus envíos al mercado.Lejos se está de alcanzar una solución definitiva a la cuestión: se descuenta que habrá un paro del campo -la fecha se define hoy- y, por si fuera poco, empleados del sector comienzan a movilizarse.

Miguel Campos

Ante la falta de carne y el aumento de la demanda que se prevé para los próximos meses, el gobierno decidió disminuir el peso mínimo de faena a 260 kilos durante 90 días para neutralizar la previsible suba de precios que terminaría golpeando los índices oficiales de inflación. También se decidió buscar un mecanismo de cuotificación de exportaciones para evitar un nuevo cierre de las ventas externas.

Así les informó ayer a las entidades del campo el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien inesperadamente convocó, por separado, a las cinco agrupaciones con las que tenía previsto reunirse a media tarde. De esta forma, fueron pasando, de a una, Federación Agraria Argentina, Coninagro, Sociedad Rural Argentina y el Frente Agropecuario Nacional. Ultima, en el turno, quedó Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), entidad que convocó para hoy a todos los presidentes de sus asociadas con el fin de analizar la posible realización de un paro de actividades o una medida de fuerza que podría implicar el cese de la comercialización de productos del campo.

La agenda de Moreno, acompañado por el secretario de Agricultura, Miguel Campos, y el subsecretario Javier De Urquiza, incluía informar sobre medidas previstas para carne y explayarse sobre las ya anunciadas para trigo y maíz. Pero su objetivo pudo cumplirse solamente con la agrupación que maneja Eduardo Buzzi, la Federación Agraria. Con el resto, la discusión se cerró en un debate, a veces áspero, sobre el problema de la carne. Más de una vez, y con diferentes interlocutores, Moreno se exasperó porque tanto los representantes de Coninagro como de la Sociedad Rural Argentina enfrentaron sus argumentossobre el comercio de ganados y carnes. Por caso, Moreno indicó su rechazo a los «precios máximos» que habitualmente informa el Mercado de Hacienda de Liniers, porque, según sus palabras, «marcan una tendencia, generalmente alcista, para el día siguiente... e inciden en el mercado». Un ruralista explicaba luego que «no inciden, los precios máximos y mínimos hacen el mercado y Moreno no lo entiende...».

Lo cierto es que el secretario de Comercio Interior explicó que, según datos oficiales, si se exportaran más de 45.000 toneladas por mes durante el próximo verano, «se deberían cerrar las exportaciones» porque los precios reflejarían una estrechez de oferta muy notable.

Coincidencia

En consecuencia, se coincidió en el gobierno en que «hace falta bajar el tope de faena». No cuentan, sin embargo, con la posibilidad de que los productores decidan no vender sus animales a bajo peso y prefieran dejarlos en los campos para incrementar el aumento de peso (y de ganancias).

«Se analizó con profundidad el tema de la carne y las variantes para evitar que la demanda provoque el alza de precios. Se estudiarán los caminos para regular la oferta externa y para facilitar el incremento de oferta para que sea volcada al mercado interno», explicaba anoche Hugo Luis Biolcati, vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, quien reconocía al ser consultado si hubo algún enfrentamiento con el secretario de Comercio Interior, que «con Moreno ninguna reunión puede ser calma y apacible».

Sin embargo, pocas horas antes Buzzi había tenido tiempo de analizar el mercado de cereales: «Se nos informó que se realizará un Registro de Usuarios de maíz que fijará un precio de $ 270/$ 280 el valor de la tonelada para que polleros y criadores de cerdo puedan acceder al cereal a un valor lógico para realizar sus producciones», indicaba un jocoso Buzzi a este diario.

Pese al gesto, la Federación Agraria Argentina, junto con CRA, mantenían la convocatoria a una asamblea que realizarán a 20 km de Venado Tuerto, con el fin de protestar por el incremento de costos y los problemas que afectan a la actividad porcina.

Sobre el maíz, Moreno indicó a los agrarios que «se mantendrá el precio de referencia de u$s 140 por tonelada. De hecho, la imposición de dicho valor se reflejó en la mejora sustancial que mostró el mercado local de precios futuros. «Esa referencia no es la que nos gustaría, pero es mejor que la falacia que se intentaba realizar», decía Buzzi.

Finalmente, al Frente Agropecuario Nacional, entidad que ha sido incluida como la «quinta con representación nacional», Moreno le destinó dos horas, sin peleas ni enfrentamiento.