22 de agosto 2006 - 00:00

Gobierno volvió a ahorrar fuerte

Las cuentas públicas siguen mostrando un adecuado nivel de ahorro. El gobierno está por anunciar que en julio el superávit sería mayor a $ 1.900 millones. Todo indica que el año cerrará con un ahorro de 3,1% del PBI. Pero hay dudas a futuro. La principal está en las finanzas de las provincias, que en conjunto ya se consumieron todo el excedente fiscal que venían mostrando tras la crisis de 2001. A esto se agrega que habrá un fuerte impacto en las cuentas por el incremento a jubilados tras el fallo de la Corte. El interrogante entonces está en lo que sucederá en 2007, año electoral, con un margen muy estrecho para mantener el alto ahorro que hoy se exhibe. Por eso, una reducción de la presión impositiva -récord por cierto- es imposible de imaginar.

Felisa Miceli
Felisa Miceli
El superávit fiscal alcanzado en julio pasado superaría los $ 1.900 millones según datos que informará esta semana el Ministerio de Economía que conduce Felisa Miceli. Se trata de un nivel levemente mayor que el registrado un año atrás, cuando se logró un resultado positivo de $ 1.836 millones. El ahorro obtenido es fruto de que la economía crece a 8% anual y, por ende, la recaudación se incrementa a un tasa anual de más de 22%.

La performance de julio significa que en los primeros siete meses del año las cuentas fiscales acumulan un superávit cercano a los $ 14.440 millones, lo que representaya más de 73% del registrado en todo 2005.

Cabe señalar que el dato de julio se ubicaría -de confirmarse esta cifra- levemente por debajo de las estimaciones privadas, relevadas por el Banco Central, que apuntan a un superávit mayor que los 2.000 millones de pesos. No debe soslayarse que la recaudación creció 26,7% frente a julio 2005 ante la pujanza de la actividad económica, el mayor empleo y el efecto aguinaldo. Esto confirmaría que el Estado sigue gastando al ritmo de la mayor recaudación.

  • Ajustes

  • En cuanto a la meta de superávit fiscal, los analistas la proyectan con una tendencia hacia 3% del PBI, aunque en lo que va de 2006 todavía está cerca de 3,5%. Frente a este panorama resulta difícil esperar alguna iniciativa oficial de reducción de impuestos.

    Además, con vistas a la presentación del Presupuesto 2007, los futuros ajustes en las jubilaciones y pensiones, y demás presiones sobre el gasto en un año electoral no sólo conspirarían contra modificaciones en el esquema tributario actual sino también en el logro de mantener una meta fiscal por encima de 3% del PBI. Más aún si el gobierno persiste en su política de expansión del consumo basada también en el otorgamiento de subsidios, lo que reduce el margen de maniobra del Tesoro nacional. En este contexto hay que contemplar de la misma forma la evolución del gasto de capital, ya que la inversión pública debería estar siguiendo su marcha creciente.

    Desde el punto de vista de la solvencia fiscal, cabe destacar que este nivel de 3% del PBI se considera satisfactorio para manejar la deuda pública en los próximos años.

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