26 de septiembre 2001 - 00:00

Greenspan, preocupado por ola de subsidios

Washington - El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, insistió ayer ante el Congreso que sea cauteloso en los subsidios fiscales para evitar que estas medidas a corto plazo sean perjudiciales en el largo.

Greenspan regresó al Capitolio, donde había estado hace una semana, para reunirse con los senadores del Comité de Finanzas a puertas cerradas.

En el encuentro estuvieron también el ex secretario del Tesoro Robert Rubin y el asesor económico de la Casa Blanca, Lawrence Lindsey.

Greenspan considera que no se debe apresurar el Congreso para decidir otra reducción adicional de impuestos, tal como proponen algunos republicanos.

Este año no sólo la economía se benefició con 8 bajas de tasas de la Reserva Federal, sino que Bush devolvió 39 mil millones de dólares de impuestos, en un intento de reactivar la economía.

El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal se reunirá el martes que viene y podría decidir la novena baja de tasas de interés.

Otras medidas que se tomaron para reactivar son una ley que autoriza el gasto de 40.000 millones de dólares para la reconstrucción de edificios, el aumento de la seguridad, las investigaciones antiterroristas y otras actividades relacionadas con los ataques del 11 de setiembre. Además, se aprobó un subsidio de 15 mil millones de dólares para las líneas aéreas norteamericanas.

• Contradicciones

Como la reunión fue a puertas cerradas, lo que dijeron Greenspan y Rubin es lo que trascendió de las palabras de los senadores presentes, por eso surgen contradicciones.

«Alguien dijo que para hacer algo significativo, debería ser de 1 por ciento del PBI, y eso serían 100.000 millones de dólares», dijo el presidente del Comité de Finanzas, el senador demócrata Max Baucus, de Montana.

Baucus y el senador Charles Grassley, de Iowa, el principal republicano de la comisión, manifestaron que tanto Rubin como Greenspan dijeron en la reunión que es demasiado pronto para determinar si se requieren recortes fiscales o gastos adicionales para fortalecer la economía.

Asimismo, tanto Rubin como Greenspan advirtieron al grupo que demasiado estímulo podría hacer que subieran las tasas de interés a corto plazo, lo que afectaría al mercado de la vivienda y a la economía en general, dijo Baucus. «Hay muchos supuestos y los datos podrían ir en ambas direcciones», explicó el senador.

«Escuchamos cifras mucho más elevadas sobre el paquete de estímulo de nuestros expertos de lo que había anticipado», informó Grassley.

Antes de los atentados del 11 de setiembre, la oficina presupuestaria del Congreso preveía un superávit de 176.000 millones de dólares para el año fiscal que comienza el 1 de octubre. Noventa y nueve por ciento del superávit proviene del exceso de fondos en el sistema de seguridad social. En una encuesta de Bloomberg News, 55 por ciento de los estadounidenses adultos encuestados dijo que el gobierno no debería usar el superávit del sistema de seguridad social a pesar de los atentados.

Dejá tu comentario

Te puede interesar