15 de septiembre 2008 - 00:00

Gremios insaciables reclaman paritarias y nuevos aumentos

Hugo Moyano
Hugo Moyano
El gobierno espera que Hugo Moyano funcione como su socio de lujo para frenar, o al menos demorar, los reclamos de diferentes gremios que comenzaron a reclamar la reapertura de las paritarias o el pago de un plus salarial para compensar la escalada inflacionaria.

En Casa Rosada y, sobre todo, en el Ministerio de Trabajo, se transmitió esa intención. Es que fue el gremio de Camioneros, por su crisis con las cerealeras, el que despabiló a los demás sindicatos que se apuraron, al estallar ese conflicto, a exponer sus reclamos.

De hecho, no sólo fue Camioneros: también protestaron,y llegaron incluso a un paro, los gremios portuarios que son aliados de Moyano, al punto de que integran la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), cuyo jefe es Omar Viviani, lugarteniente moyanista.

  • Provocación

  • En concreto, hay al menos diez gremios que ya empujan para reabrir la discusión salarial, algunos directamente por medio de la paritaria y otros a través de pedidos específicos del pago de un plus, o bono de fin de año, por única vez, para mejorar los ingresos por el efecto de la inflación.

    En gobierno entienden que, como socio K, Moyano debe ser quien intervenga para impedir que esos reclamos se generalicen. En la CGT, los laderos del camioneros toman ese pedido casi como una provocación. «Todavía estamos esperando respuestas a los pedidos que le hicimos a Cristina», dicen.

    En concreto, insisten con la cuestión de la tablita de Machinea que los gremios quieren eliminar, reclamo que el gobierno,al menos en principio, no está dispuesto a conceder. La supresión de la Cuarta Categoría aparece como el paraíso de los sindicalistas.

  • Presiones

    Así y todo, en la Casa Rosada y en Trabajo insisten con que Moyano debe ser quien cumpla un rol concreto, como jefe de la CGT y líder sindical, para ordenar los planteos de los gremios respecto de la reapertura de las paritarias y del pedido de plus salarial de fin de año. Está abierto, de hecho, el conflicto con SMATA, que controla José Rodríguez, un reciente aliado de Moyano en el rediseño de la CGT. Ese gremio reclama un incremento salarial de 50%, lo que incentiva a otros sindicatos a elevar sus demandas.

    En tanto, los recibidores de granos -que estuvieron en paritarias durante el conflicto del campo- elevan su reclamo sobre una suba adicional que les permita amortiguar el efecto de la inflación que, en este caso, prefieren tomar como válida las de las consultoras privadas. Algo similar ocurre con el personal del INTA que volvió a la lucha cuando se discutió la ley de movilidad jubilatoria y ahora pide una suma fija «no remunerativa» a cobrar en diciembre, antes de fin de año.

    Ese mismo mecanismo se usó en 2007 y fue logrado por la mayoría de los gremios.

    También se mueven en la misma dirección los trabajadores de espectáculo público, así como también los trabajadores nucleados en la Federación de la Carne.

    Los dos sindicatos exponen el mismo argumento: hablan de «la pérdida del poder adquisitivo y la proyección de la inflación para lo que queda del año».

    A su vez, el SUPA prevé cobrar un bono de fin de año de 750 pesos; y los curtidores, nucleados en el SOC, están con paritarias abiertas y planean sumar a esa negociación el pago de un adicional antes de Navidad.
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