Los dueños de supermercados mayoristas consiguieron una tregua por siete días en su pelea con los camioneros de Hugo Moyano, que había devenido en la casi paralización de la actividad: empresarios y gremialistas se tomarán ese plazo para determinar quiénes dejan de ser afiliados al Sindicato de Comercio y son traspasados a Camioneros y Logística.
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Ayer, una comisión de esos empresarios -estaban los dueños de Vital, El Ciclón, Maxiconsumo y Jaguar, no casualmente las cadenas más afectadas por los bloqueos de los camioneros- se reunió con Pablo Moyano (hijo del titular de la CGT) y la plana mayor del sindicato. Los empresarios aceptaron concurrir a la sede del gremio en la calle San José, condición impuesta por Moyano hijo para acceder al encuentro.
Al final de tres horas de conversaciones, las dos partes convinieron trabajar a lo largo de la próxima semana para decidir en conjunto el nombre y el número de los empleados cuyas fichasde afiliación se traspasarían. «La idea es conformar una lista de categorías pasibles de pasar a Camioneros, y llevarla al Ministerio de Trabajo para su aprobación», dijo a este diario uno de los empresarios participantes en la asamblea. «Creemos que esta idea, que trajo Moyano, está avalada por el ministro Carlos Tomada y no debería haber mayores inconvenientes para que Trabajo proceda al reencuadramiento de esos trabajadores». La primera, obvia conclusión que surge de este pacto, es que al gremio que capitanea Armando Cavalieri lo «primerearon»: está claro que cada ficha que pierde es una porción de poder y de ingresos que le recortan. En esta etapa del país el «apriete» al que apelan los hombres de Moyano y la cercanía de éste con el gobierno nacional le ganan la partida al estilo dialoguistadel «Gitano». Por eso, no hay dudas a esta altura de que continuará la sangría de fichas de Comercio que se inició con supermercados minoristas, siguió con las embotelladoras de gaseosas y cervezas, hace poco con las transportadoras de caudales y hoy avanza sobre los mayoristas. Se supone que el trámite debería pasar por la Comisión Arbitral de la CGT que encabeza Oscar Mangone -del gremio del Gas-; sin embargo, esto sería apenas una formalidad porque en ninguno de los casos anteriores (Carrefour, Disco, Coto, caudales, etc.) este organismo se expidió en contra de Camioneros. El laudo final, entonces, será de Tomada.
La lista que le presentarían al ministro estaría conformada en principio por los «clarkistas» (quienes manejan los pequeños vehículos que levantan y mueven los bultos de mercadería) y los « recepcionistas» (quienes reciben la mercadería). Si esto fuera así al final de la semana, se estima que Cavalieri perderá otras 3.000 afiliaciones. El número de empleados que trabajan en los mayoristas ronda los 15.000, por lo que la transferencia se ubicará en 20% de ese total.
La intención de los Moyano no se limitaría a estos trabajadores: después de recibir la bendición de Tomada irían por quienes hacen tareas similares en otras grandes cadenas minoristas (de artículos para el hogar y electrónicos, de farmacias, de restoranes, etc.) con el argumento de que todo el que recibe un paquete y/o firma un recibo se encuadra en la actividad de logística.
Por ahora, el pataleo de Cavalieri -el gran damnificado en esta pelea- se limita a reclamar mayores aumentos salariales para sus afiliados de la actividad. El único argumento que le queda para no seguir perdiendo es «empatar» las privilegiadas escalas que consiguió Moyano por su amistad con el gobierno.
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