Insisten bonistas en rechazar oferta

Roma (EFE) - El representante de los inversores italianos poseedores de bonos de la deuda argentina en default, Nicola Stock, reiteró ayer su «rechazo absoluto» a la oferta de canje. Aseguró que su objetivo principal es «lograr que las adhesiones a la reestructuración sean las menos posibles» y señaló que el nivel de aceptación alcanzado no es el que anuncia el gobierno argentino, sino que «se sitúa entre 29% y 32%».

Stock, presidente de la llamada «Task Force Argentina» -que según sus declaraciones agrupa a 90% de los acreedores en Italia-, definió el caso de los bonos argentinos como «el engaño más transparente de la historia financiera» y recordó que entre los italianos la adhesión a la oferta argentina es aún inferior a 2%.

En un encuentro con la prensa en Roma, Stock, que también es copresidente del Comité Global de Tenedores de Bonos Argentinos (GCAB, en inglés), aseguró que los inversores italianos cuentan con el respaldo inequívoco de los bancos, que también han llamado a rechazar la oferta argentina.

Estas son las principales declaraciones que hizo ayer Nicola Stock:

• El sistema bancario italiano nos daría asistencia financiera para emprender eventuales acciones judiciales contra la Argentina. La Asociación de la Banca Italiana (ABI) ha dado instrucciones a las entidades en este sentido.

• Ante el escaso éxito que hasta el momento ha tenido la oferta, no se descarta que el gobierno argentino decida prorrogar el plazo de suscripción por un período que podría ser de dos semanas.

• La ley oficial que cierra el canje de deuda es un signo de gran debilidad de Buenos Aires y viola tratados bilaterales con varios países. Por eso, la Task Force Argentina ha enviado una carta a las más altas instituciones italianas -el gobierno, el Parlamento y la Comisión de Valores (Consob)- para que rechacen dicha ley y emprendan acciones decididas en defensa de los ahorristas. . Nuestro objetivo fundamental es lograr que las adhesiones a la oferta sean las menos posibles.

• El nivel global de suscripción a la propuesta argentina se sitúa hasta ahora entre 29% y 32%, aunque de esta cifra cerca de 78% se refiere a fondos de pensiones y bancos argentinos a los que el gobierno puede presionar.