Jefe de la misión del FMI: "Argentina debe continuar reduciendo el déficit y mantener tasas de interés positivas"
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P: El gobierno planteó una meta de inflación de 15% para el año, pero el Fondo prevé una variación superior. ¿Cuál es la razón?
R.C.: Nuestras proyecciones de inflación para 2018 (año contra año, es decir, diciembre de 2018 frente a diciembre de 2017) es del 19,2 por ciento, y esto debería compararse con el objetivo del 15 por ciento del BCRA. Nuestras previsiones reflejan el resultado de la inflación en los primeros tres meses del año y una combinación de supuestos para el futuro, incluido un ritmo más lento de normalización de las tarifas de servicios públicos, aumentos salariales moderados y el mantenimiento de políticas restrictivas en el plano fiscal y monetario.
P.: Muchos economistas han criticado el esquema de metas de inflación propuesto por el Banco Central. ¿El Fondo cree que debe mantenerse en su actual formato o modificarse parcialmente o descartarse, dadas las recurrentes diferencias entre la meta y los resultados que arrojan los índices?
R.C.: Respaldamos plenamente el objetivo de las autoridades de reducir constantemente la inflación y, al mismo tiempo, de minimizar el impacto en el crecimiento y la creación de empleo. La adopción de un régimen de metas de inflación para la política monetaria en el contexto de tipos de cambio libremente flotantes es coherente con este objetivo. La experiencia entre países sugiere que puede ser un desafío romper la inercia arraigada en las expectativas de inflación y la formación de salarios, especialmente cuando también se realizan ajustes tarifarios. En este contexto, es esencial que el BCRA aplique la política monetaria para asegurarse de que la inflación se mantenga de manera constante en una trayectoria descendente. Además, eliminar el financiamiento monetario restante del déficit fiscal (en el contexto de una reducción del déficit) y pasar a un claro mandato de estabilidad de precios ayudaría a fortalecer la credibilidad del BCRA y minimizar los costos económicos de la desinflación.
P.: El déficit de cuenta corriente de la Argentina está en permanente aumento. El Fondo prevé un desequilibrio equivalente a 5,1% del producto bruto interno para este año y 5,5% para el próximo. ¿No considera que estos niveles son muy elevados y colocan al país en una situación vulnerable? De ser así, ¿qué debería hacer la Argentina para reducir su desequilibro externo? Además, el Fondo proyectó el año pasado un déficit de cuenta corriente 3,3% y el resultado final fue 4,9%. ¿Cómo explican este error de proyección?
R.C: Un déficit en la cuenta corriente es parte de la transición de Argentina a una economía donde la inversión es mucho más alta que en el pasado, por lo que no debería ser alarmante per se. El ritmo del aumento en el déficit externo, sin embargo, ha sido más rápido de lo que habíamos proyectado, ya que subestimamos el repunte de las importaciones (en parte relacionado con el fuerte repunte de la inversión) y nos sorprendió el modesto desempeño de las exportaciones el año pasado. Un deterioro del déficit de la cuenta corriente al mismo ritmo en el futuro generaría preocupación por una dependencia excesiva del ahorro externo. Para evitar esto, es importante adoptar políticas que aumenten el ahorro nacional, a saber, continuar reduciendo el déficit fiscal y mantener las tasas de interés reales positivas. Esto es lo que esperamos que ocurra en los próximos años, y esta es la razón por la cual proyectamos que el balance de cuenta corriente se estabilizará en el mediano plazo.
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