20 de febrero 2008 - 00:00

''La Argentina está lejos de ser atractiva para invertir''

Marta Castelli
Marta Castelli
Para Marta Castelli, directora en la Argentina de la calificadora Standard & Poor's, el país está lejos de mostrar «un nivel de estabilidad, crecimiento y sustentabilidad» que lo haga merecedor del grado de inversión. La razón principal se encuentra en la debilidad de sus instituciones y en las reglas de juego poco claras que expulsan las inversiones, que hoy en día son más necesarias que antes por la crisis de liquidez internacional.

Castelli, que es contadora y obtuvo un máster en crisis de administración con concentración en finanzas del Babson College de Boston, dice que el gobierno de Cristina de Kirchner tiene que hacer principal hincapié en la inflación, en lograr solidez fiscal y en revisar los subsidios. Pero el desafío más importante para la Argentina es el de lograr estabilidad más que crecimiento, sostuvo la especialista.

Periodista: ¿Cómo evalúa Standard & Poor's la situación económica actual de la Argentina?

Marta Castelli: Un poco como lo refleja su calificación, que a nivel global es B+, una nota relativamente baja. Vemos que el país ha hecho muchos avances en los últimos años, pero todavía le quedan ciertos desafíos. En lo macroeconómico es necesario manejar el tema de la inflación y recuperar la solidez fiscal. Es decir, a raíz de políticas procíclicas destinadas a promover el crecimiento, en los últimos años se crearon ciertas presiones inflacionarias porque se genera un mayor consumo y una mayor demanda, y la oferta de bienes no ha sido tanta.

P.: Con políticas procíclicas, ¿a qué se refiere puntualmente?

M.C.: Subsidios, políticas monetarias de tasas bajas y enganchándolo con la solidez fiscal, un gasto público destinado a medidas que impulsan el consumo. Además, si bien la Argentina todavía no tiene problemas de déficit fiscal como otros años, el año pasado el aumento del gasto fue muy importante, lo que hizo reducir el superávit fiscal. Pero como el crecimiento todavía fue muy fuerte, no es una señal de preocupación, aunque si de alerta. Hoy no es tan dramático el panorama, pero sí es necesario parar la tasa de crecimiento del gasto. En el fondo, esto es importante porque un país con solidez fiscal está más o menos protegido de shocks externos y hoy en día el ambiente es más desfavorable que antes.

P.: ¿Cómo se puede sostener el nivel del gasto?

M.C.: Es una decisión de política económica que va a tener que tomar la nueva administración. Por otro lado, en los años electorales los gastos son elevados. Además, la Argentina tiene de por sí una carga pesada de subsidios. Igualmente, al no ser este un año electoral no habrá en este sentido presiones sobre el gasto y supongo que el área de subsidios será un sector que revisará la nueva administración...

P.: ¿Cuáles cree que deberían revisarse?

M.C.: Es difícil decir « cuáles deberían» ser porque se podría hablar en términos teóricos y entonces no tendría que haber ningún subsidio, pero lo cierto es que existen por alguna razón. Por ejemplo, al área energética se destinan muchos subsidios y éste es un tema que se podría solucionar aumentando la oferta de energía para que el gobierno no tenga que intervenir con ayuda, pero llegar a ese punto requiere varios años de inversiones. Ahí surge otro tema importante para la Argentina, que tiene que ver con las reglas de juego: cómo atraer inversiones extranjeras, cómo crear un ambiente de estabilidad que genere un clima de negocios favorable para que sean los privados los que hagan las inversiones. Esto hoy por hoy no se está dando y es un punto de debilidad importante para el país, que en cierta medida ha mantenido su calificación en niveles bajos.

P.: ¿Cómo se podría revertir esta situación?

M.C.: La estabilidad institucional requiere tiempo y reglas de juego claras y definidas. Un caso en el que no se ve esto es en los contratos de concesión de servicios públicos, que todavía no se renegociaron y están pendientes desde noviembre de 2002. Por otro lado, también se requieren políticas de promoción de inversiones.

P.: ¿El pago de la deuda con el Club de París tiene alguna relación con esta inestabilidad?

M.C.: Tiene varias aristas. Además de un tema de flexibilidad financiera del gobierno, la situación con el Club de París hoy implica que las agencias de exportación de esos países no pueden financiar proyectos en la Argentina y esto para el sector privado sería un alivio importante. Hoy la Argentina como Estado no tiene una necesidad imperiosa de salir a los mercados internacionales; se está financiando en el mercado interno y esperamos que durante 2008 siga así. La negociación con el Club de París es un tema importante, pero no urgente desde el crédito soberano, aunque repercute sobre la economía real y sobre las inversiones.

P.: ¿Es bueno recurrir a Hugo Chávez como financiador cuando los mercados internacionales no están disponibles?

M.C.: En realidad, creo que más allá de Chávez o de cualquier fuente de financiamiento, lo que es bueno para un país es tener flexibilidad y diversificar las fuentes de financiación que le permitan tener una estabilidad en dicho terreno. ¿Qué pasaría si el petróleo vuelve a u$s 50 o u$s 40 por barril? ¿ Venezuela sigue siendo una fuente de financiamiento o no?

P.: Volviendo a la macroeconomía y al tema inflación, ¿el análisis de la calificadora cambió respecto del conflicto en el INDEC luego de que el FMI hizo su llamado de atención?

M.C.: La verdad es que para saber que el tema de la inflación o del INDEC era un problema no había que esperar el informe del Fondo. Es un dato interesante, pero en realidad para S&P la calificación de la Argentina tiene un componente importante de debilidad institucional y ahí está incluido el conflicto con el INDEC. Por eso nosotros no cambiamos la calificación cuando empezaron a surgir los primeros conflictos el año pasado.

  • Lejanía

    P.: ¿Qué nos haría falta para llegar a ser grado de inversión?

    M.C.: Estamos bastante lejos. Si se mide por escalones, la Argentina está a cuatro de llegar a BBB-, que es el primer escalón de grado de inversión. En América latina hay sólo dos países con esa calificación: México y Chile (BBB+). Brasil está en el límite, con BB+. Grado de inversión implica, aun en los escalones más bajos, un nivel de estabilidad, crecimiento y sustentabilidad que no se está observando en la Argentina. Por eso, como estamos muy lejos, no tiene sentido analizar los gaps.

    P.: ¿Esto sucede porque las debilidades de la Argentina están relacionadas con problemas de largo plazo, como instituciones débiles y reglas de juego poco claras, lo que la hace menos atractiva para invertir?

    M.C.: Correcto.

    P.: ¿Desde S&P recomiendan crecer a un nivel más bajo?

    M.C.: Bueno, desde la calificadora no hacemos recomendaciones; lo que sí es importante es lograr estabilidad en el crecimiento antes que un nivel alto y volátil. Se ve mucho en Chile, donde se desilusionaron el año pasado porque esperaban un crecimiento de 5%-6% y lograron 4%. Pero en este caso, si bien los precios del cobre estuvieron altísimos, Chile tiene políticas de estabilización que lo aíslan de estos movimientos y lo hacen más estable. Por otro lado, la Argentina tuvo 17 episodios de crecimiento negativo en 50 años.

  • Desendeudamiento

    P.: ¿Se ha cambiado la forma de medir las calificaciones por el impacto y la durabilidad de la crisis financiera internacional?

    M.C.: No ha variado la metodología de calificación de países por los problemas de liquidez en los mercados porque no es la primera vez que sucede. De hecho, desde el último recrudecimiento en diciembreenero, Chile subió su calificación en diciembre y hay cinco países en América latina con tendencias positivas, lo que implica que pueden ir subiendo, como Perú, Panamá, Brasil, Guatemala y Uruguay. Además, América latina aumentó su desarrollo en los mercados locales y logró un desendeudamiento neto, lo que la mantiene aislada de los cimbronazos mundiales. Obviamente, sí existe un impacto: el acceso al crédito de las empresas en los distintos países es menor porque hay menor liquidez general.

    P.: ¿Cómo puede impactar las crisis en la Argentina?

    M.C.: Desde el sector privado, menor liquidez en los mercados y una desaceleración en el crecimiento económico mundial podría afectar el comercio. Sin embargo, con los lazos comerciales que hay con Brasil, sería más problemático que exista menor crecimiento en este país que lo que suceda con Estados Unidos.

    Entrevista de Laura Costa
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