La economía avanza en forma provisoria
La indecisión del gobierno para tomar medidas de fondo sigue frenando una recuperación definitiva de la economía. Ante la dificultad para cerrar un acuerdo con el FMI el 9 de setiembre, se vuelve a pensar en otro miniacuerdo. Sería a 12 meses, lo que apenas permitiría seguir posponiendo vencimientos con el organismo y no caer en un nuevo default. La traba principal sigue siendo la meta de superávit fiscal. Mientras, Roberto Lavagna insiste en que presentará la propuesta a los acreedores el 23 de setiembre en Dubai. Pero si mantiene su postura de generar un superávit fiscal bajo, no podrá afrontar los compromisos sin una quita aún mayor.
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• Una opción que ayer trascendió en el Palacio de Hacienda es que se firme otro acuerdo a un año, un miniacuerdo II, pero para no quedar descolocados, incluir un anexo con un calendario definido de reformas para tarifas, renegociación de la deuda, nueva ley de Coparticipación Federal y reforma del sistema financiero.
• Lo que está claro es que el margen de tiempo para obtener un acuerdo serio, a 36 meses de duración, es muy exiguo por las diferencias aún existentes entre las partes.
• Superávit
El lunes el subsecretario del Tesoro norteamericano John Taylor marcó las diferencias entre el Fondo Monetario y el gobierno argentino. Puntualmente especificó la del superávit fiscal primario, en la que la orden del presidente Kirchner es no acceder a las exigencias que impliquen una meta superior a 3% del PBI. Incluso, le vetó a Roberto Lavagna un borrador que incluía no sólo una meta de 3,3% sino también un calendario con aumento de tarifas detallado.
El propio Taylor estaría manteniendo contactos con funcionarios argentinos para que intenten convencer al presidente Kirchner de acceder a metas fiscales más ambiciosas. Y no puede el FMI firmar algo menos que 3% de superávit ya que en 2005, ese número no le permitiría a la Argentina pagar amortizaciones e intereses del BODEN entregado a los ahorristas. Desde el Banco Central, sostiene que «los aspectos monetarios están solucionados» aunque la reforma del sistema bancario también está demorada.
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