Cuando se esperaba que Thomas Griesa le cerrara la puerta al Gobierno y lo obligue a pagarle a los fondos buitre, el magistrado sólo apretó a los representantes de Argentina pero dejó abierta la negociación. En momentos en que las reuniones oficiales entre funcionarios y los auspiciantes de los holdouts, son cada vez más fuertes los trascendidos de que la propuesta que se redacta en la mesa compuesta por bancos extranjeros logra aproximarse a los intereses de NML y Aurelius.
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Con durísimas críticas a los recientes discursos de Cristina de Kirchner y de Axel Kicillof, el juez recibió en un audiencia de una hora en nueva York a los abogados de los buitres, de la Argentina y del Bank of New York (BoNY). Allí delineó los "pasos a seguir" en el pleito, tras el fracaso de las negociaciones bajo el ala del mediador Daniel Pollack. Esto brinda un dejo de esperanza a los inversores de que puede haber un acuerdo.
La Bolsa revirtió la caída inicial y cerró con un aumento de 1,7% a 8.324,08 puntos, en tanto que el riesgo país subio 8,5% a 704 puntos."Se ve con mejores ojos que siga abierto el diálogo y que no haya habido una definición contraria a Argentina hoy", comentó el analista Adrián Mayoral a ámbito.com. Con la negociación como una baraja más en la mano de los funcionarios, el peso del fallo aún no se siente con la intensidad que correspondería a un país en default.
Al comienzo del encuentro, Griesa les aclaró a las partes que "lo que ocurrió esta semana (por el default) no extingue o reduce las obligaciones de la República Argentina". "Tome pasos para dejar de difundir información engañosa", le cuestionó a los representantes del país. En ese marco, el magistrado instó al país a seguir "cooperando" con Pollack para hallar una solución al conflicto, que implique el pago de cerca de u$s 1.600 millones a los buitres.
"La tendencia de las acciones es claramente descendente pero estamos en un compás de espera. Habrá que ver que dice el Gobierno luego de la audiencia que se desarrolló en Nueva York con el juez Thomas Griesa", comentó un especialista a este medio.
"La cautela es lo que predominó en las primeras horas en el mercado y muchos no se arriesgaron a hacer movimientos en sus carteras. Se aguarda a tener un panorama más claro sobre como evoluciona el tema buitres", agregó otro operador.
Al mediodía, el International Swaps and Derivatives Association (ISDA) declaró que la Argentina entró en default el 30 de junio, cuando se cumplió el plazo de la mora por el no cobro de los bonos Discount. Ante ello, activó el pago de los Credit Default Swaps (CDS), los seguros contra el cese de pago de la deuda argentina.
Desde el jueves se abrió un nuevo plazo de 60 días en los puede comenzar una carrera contra el tiempo si algún bonista pida la "aceleración" del cobro de sus títulos públicos.
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