3 de septiembre 2008 - 00:00

La merma pareció surgir de la nada

La merma pareció surgir de la nada
El Dow cerró el martes retrocediendo 0,23% para estacionarse en 11.516,92 puntos. ¿Qué pasó? Podríamos hablar de la desconfianza de los inversores, de "ajustes técnicos", de política, del ingreso del "chiquitaje" (el volumen aumentó), etc., pero nada explica por qué cambiaron las cosas de un momento a otro. Debemos reconocer entonces que, de manera precisa, no sabemos qué pasó. Puede ser que 2,14 por ciento que avanzaron las Blue Chip en los primeros 16 minutos de operaciones parezca exagerado, pero ello se asentaba en: a) que el Banco de Desarrollo de Corea confirmaba su interés para quedarse con Lehman Bros., b) el brutal desplome del precio del petróleo, que en u$s 105,46 por barril caía 8,66%, c) la baja del trigo, el oro, la plata, etc. que retrocedían entre 3% y 5%, y d) el 0,5% que avanzaba el dólar frente a las principales monedas, acumulando una suba de 1,8% en el año (no mencionamos el índice de manufacturas ISM, el gasto en la construcción o la baja en la calificación de Freddie Mac y Fannie Mae, porque el mercado prácticamente los ignoró).

En este escenario no sorprende que lo mejor le tocara al sector financiero y lo peor al de la energía, avanzado el primero casi lo mismo que retrocedía el segundo (un 3%), mientras la presión por desprenderse de los bonos del Tesoro impulsaba la tasa de 10 años a 3,87% anual. Por alguna razón, a las 10 de la mañana comenzó un corrimiento hacia los treasuries, y, pasado mediodía, la tasa rozaba 3,74%. Quince minutos antes de las dos de la tarde el NASDAQ entraba en territorio perdedor, y una hora más tarde hacía lo propio el Dow, sin que "ex profeso" se pudiera decir que un sector era castigado más que otros (todos parecían caer en la misma medida, lo que le quita entidad a un posible movimiento especulativo). Para peor, el precio del petróleo se recuperaba un poco, para quedar en u$s 109,71 por barril y los commodities reducían su merma a 3,5%, apuntalando ligeramente a los dos sectores más castigados. Es cierto que no sabemos qué pasó, pero ¿es siempre importante saberlo?

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