En lugar de tomar medidas de fondo (que saneen a todo el sistema financiero), las autoridades y el mismísimo sistema han preferido frenar cualquier cosa que se parezca a una "corrida bancaria" tratando caso por caso. En tanto, el "desguace" de Lehman entró en tiempo de descuento (¿qué dirá el secretario del Tesoro mañana al Congreso?), las apuestas son entonces a quién será el próximo en seguir el camino de la volatilización. Sabemos que por impulso propio o ajeno -léase presión del Tesoro- Washington Mutual (la mayor Cía., de ahorro y préstamo del país) quedó en la mira del JP Morgan, con lo cual las tres entidades más "sanas" del sistema -si alguna puede decirse que esté sana en estos tiempos- han sido obligadas (con términos más que generosos) a quedarse con alguna de sus competidoras más imprudentes. Ahora, las dudas giran en torno a qué medidas tomarán las otras "demasiado grandes para quebrar" que están en danza: Merrill (el mayor agente bursátil del país), AIG (la mayor Cía. de seguros del país), un poco más atrás el CITI y Morgan Stanley, etcétera.
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Si a esta más que compleja situación (decir que la rueda de hoy será "interesante", "dura", etc., es tautológico) le sumamos que durante la semana se nacionalizaron (en los hechos) Fannie Mae y Freddie Mac, que muchas de las economías europeas se declararon a un tris de la recesión, que las empresas automotrices se lanzaron en masa a buscar fondos con los que poder enfrentar los nuevos estándares de emisión, los huracanes en la zona de Golfo, la amenazante reunión de la OPEC, etc., cualquiera en su sano juicio hubiera apostado a que el mercado bursátil enhebraba una seguidilla de cinco semanas consecutivas en baja.
Sin embargo, y a pesar de ceder 0,1 por cientoen la última rueda, el Dow avanzó 1,8 por ciento, a 11.421,99 puntos. Clave en esto fue el casi 5% que se derrumbó el precio del petróleo y su efecto sobre automotrices, destiladoras, transportistas, etcétera. Confiemos en que Lehman, Merrill, WaMu y AIG no sean como los definen algunos, los cuatro jinetes del apocalipsis financiero. Mucho cuidado.
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