5 de septiembre 2007 - 00:00

Más seria la candidata de Kirchner: promete superávit fiscal de 3,15%

Pero es incongruente con otras afirmaciones: admite la desfiguración del INDEC para atacar a inversores que confiaron en bonos que promovió su propio gobierno. Insistió con el pacto social, otra vez, como si no existiera inflación. Parece ignorar la nefasta experiencia de estos entuertos con inflación creciente, como en la actualidad, siempre impulsados por empresarios y sindicalistas, pero también siempre violados por empresarios y sindicalistas. No fue feliz tampoco al encubrir la crisis energética de su gobierno -a la que se insistió siempre en negar por no habérsela previsto-, pegándola a las dificultades de otros países en la materia, los que sí tuvieron en cuenta la fuerte demanda.

Cristina Kirchner ayer, en el Precoloquio de IDEA.
Cristina Kirchner ayer, en el Precoloquio de IDEA.
Empezó llamando a un «consenso social» y la concertación entre sectores, pero al final de su discurso Cristina Fernández de Kirchner dijo que las cifras que entregaba el INDEC eran impecables y atribuyó los cuestionamientos que llueven sobre el órgano estadístico a «los que tienen bonos indexados. Hay intereses; todos ustedes saben que 41% del total de la deuda externa argentina está valorizada a índice CER ( inflación). Cada punto de inflación para los tenedores de esos títulos representa 421 millones de dólares».

También hizo un llamado a que los empresarios, el Estado y el trabajo se unan en un consenso social, con metas comprobables y cuantificables, con roles definidos para cada sector. Y cuando habló de los subsidios al agro, dijo: «Ojalá viviera en un país que le da subsidios a sus granjeros o 'farmers', porque estaría viviendo en Francia, en Estados Unidos». Estos países, según la candidata, se basaron en un modelo de desarrollo industrial.

En el pasaje más programáticodel prolongado discurso (una hora y 25 minutos) que pronunció ayer en el hotel Sheraton en el marco del Precoloquio 43° de IDEA, reveló que «el mantenimiento del superávit fiscal -si los ciudadanos y ciudadanas argentinas me eligen presidenta- será irrenunciable», y adelantó que en 2008 ese superávit «será de 3,15% en relación al PBI».

«La metodología para medir el índice de precios al consumidor no ha sido ni el Talmud, ni el Corán, ni la Biblia. Ha tenido modificaciones porque tiene que ver también con los comportamientos de los consumidores que no son siempre los mismos, como también el comportamiento de las empresas», dijo. Y anunció que en el futuro la canasta básica podría variar. La escuchaban 600 empresarios varones y apenas un puñado de damas.

Cristina de Kirchner llegó al hotel de Retiro acompañada del jefe de Gabinete, Alberto Fernández. Tras su discurso hubo preguntas sobre la Argentina y el mundo, instituciones, perspectivas económicas para su mandato, las que habían sido concertadas y preparadas sus respuestas de antemano.

La definición sobre el INDEC y la economía fue el último «interrogante» que respondió. En la mesa principal, se sentaron (además de la candidata) Gustavo Ripoll (Microsoft; presidente de IDEA), Guillermo Murchison (titular del Coloquio), Clarisa Estol (Hipotecario), Andrés Von Büch, Alberto Fernández y Juan Bruchou (Citi).

En cambio, Hugo Moyano debió postergar para más adelante la oportunidad de « conocer mejor» a la candidata: el secretario general de la CGT apenas cruzó con ella un frío saludo y después compartió mesa con sus anfitriones, el grupo español Prosegur, cuyos camiones blindados son conducidos por afiliados del gremio que capitanea hoy a la distancia.

No fue el único sindicalista: también estuvieron Oscar Lescano de Luz y Fuerza ( compartió mesa con Alejandro Macfarlane, de Edesur), el bancario Juan José Zanola (que no compartió mesa con Jorge Brito, del Macro), el panadero Abel Frutos y Carlos West Ocampo, de Sanidad.

Como hacía mucho tiempo no sucedía, accionistas y presidentes de empresas se hicieron presentes en el encuentro organizado por IDEA.

Estuvieron, Franco Macri, Eduardo Eurnekian, Marcelo Mindlin, Pablo Devoto ( Nestlé), Ernesto Gutiérrez ( Aeropuertos 2000), Eduardo Caride (Telefónica), Federico Raba (Movistar), Santiago Soldati, Norberto Peruzzotti ( ADEBA), Gonzalo Escajadillo (IBM), Alberto Schuster (KPMG), Roberto Alvarez Roldán (Accenture), Daniel Funes de Rioja, Gabriel Martino (HSBC), Norberto Lavaglio (DHL), Bruno Quintana (Sociedad Rural), Federico Braun (La Anónima), Jorge Estrada, el embajador oriental Federico Bustillo, la senadora María Laura Leguizamón, Leonardo Maffioli (flamante CEO del grupo Macri), Ronnie Frost (VW), Julio Werthein, Héctor Ruiz Moreno (Edesur), Julio Dreizzen (IMPSA), Juan Llach, Patricio Supervielle (Banco Supervielle), entre otros.

En algunos pasajes de su discurso, Cristina de Kirchner dijo:

  • Desde siempre los argentinos buscamos la exclusión del otro: unitarios y federales, radicales y conservadores, peronistas y antiperonistas. El gran mérito de este gobierno es haber entendido que hay que incluira todos. El neoliberalismo impuso el darwinismo social. El 2001 fue una suma de desaciertos históricos. Al sistema financiero lo necesitamos para que la Argentina crezca.

  • Con los amigos del campo solemos tener diferencias; a mí me encantaría vivir en un país que subsidie a sus granjeros, porque querría decir que vivo en Francia o en Estados Unidos. Esos países eligieron un modelo de acumulación industrial hace 200 años que les permite dar esos subsidios.

  • El desafío es articular un consenso social para dar viabilidad y sustentabilidad en el tiempo a este modelo. En este consenso, el rol de los empresarios será crear riqueza y empleo (decente, en blanco, bien remunerado). Que tener riqueza no sea un pecado en la Argentina.

  • El rol del Estado ya no es omnipresente como en el primer gobierno de Juan Domingo Perón.
  • Dejá tu comentario

    Te puede interesar