Una semana extravagante, en sus desniveles alcistas, más en evidencia ante toda una región que entraba en ebulliciones peligrosas de sus ratios económicos, cambiarios, y de mercados bursátiles. En medio de tales fuegos, que abordaban al Mercosur en su conjunto (pero cobrando vida en Chile y hasta poniendo en guardia a México), nuestros Mervales se dieron el lujo de trepar 17%, en cinco ruedas. ¿Motivaciones de fondo, buenas nuevas para el país? Nada de eso, al contrario en varios aspectos y con el broche del viernes: con la renuncia del presidente del Banco Central. Pero, 17% fue real en la semana, recortando pérdidas y dejando en leve saldo adverso de junio, lo que prometía ser una caída similar a mayo. Ahora, solamente abajo 1,5%.
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Lo de G. Galicia se anotó como la explosión particular de mayor onda expansiva, por su segundo nivel en el peso específico cobre la cartera ponderada. Papel que recibió algunas versiones que alentaban cambios de rumbo en su porvenir bancario, se encontraron con un típico escenario de sobreventas feroces. Ergo, el tironeo de demanda derivó en una «crisis de oferta» tan fenomenal, como para duplicar el precio del papel en solamente tres ruedas. Hasta que, el viernes, surgió la primera oleada tomando utilidades, lo que terminó con un índice arrojando bajas. Acompañó en buena forma la plaza de PC -lleva 16% en el mes- y entre los dos, crearon una imagen que lució en la pantalla, pero que no cuenta con avales por detrás. Buena parte de las líderes acusaron pérdidas mensuales y el volumen no demuestra que se hayan acercado más interesados con dinero fresco. Lo individual sirviendo al conjunto. Demasiado.
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