Por devaluación, las deudas de PyMEs crecen $ 8.543 millones
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De acuerdo a datos estimativos, 80% de los créditos de estas características solicitados por PyMEs fueron en dólares, ya que se privilegiaron la posibilidad de contar con tasas menores. Son unos 8.320 millones de dólares que mediante el sistema de créditos personales se han prestado a PyMEs. Significa esto que, de la deuda por préstamos personales que mantienen las MiPyMEs con el sector financiero, unos 5.657 millones de dólares son por montos que superan los 10.000 dólares, y que por lo tanto, no se pesifican. Al tipo de cambio oficial, esta deuda ya se incrementó 40% a 7.921 millones de pesos.
En total las empresas chicas tienen una deuda en dólares con el sistema financiero de aproximadamente 25.700 millones (estimado sobre una relación de 32.000 millones adeudados en pesos y dólares de los cuales 80% son dólares). De ese monto, unos 17.400 millones son en forma de créditos a empresas (el monto restante son créditos personales) donde el límite establecido para la pesificación quedó en 100.000 dólares saldo de origen.
Pero curiosamente, de ese monto apenas 1.700 millones son por montos menores a los 100.000 dólares. Por lo cual hay 15.700 millones de deuda que mantienen las PyMEs que quedan afuera de la pesificación 1 a 1. Al tipo de cambio $ 1,4 por dólar: esos pasivos crecen a 21.980 millones de pesos. Así, computando el costo de la devaluación que deberán asumir las PyMEs endeudadas con créditos personales y las endeudadas con créditos empresariales, el mismo asciende a 8.543 millones de pesos.
No se sabe con precisión de qué cantidad de empresas afectadas se está hablando. Pero de acuerdo con datos de Garantizar SRG, de las 734 empresas que han solicitado crédito a través de sus garantías, el monto promedio de los créditos es de 184.000 dólares y la gran mayoría queda fuera de la pesificación.
Pero los pasivos mantenidos con los bancos es sólo una parte del oscuro panorama que atraviesan en este momento las PyMEs. Es evidente que quien ideó las últimas medidas que refuerzan las restricciones financieras, poco o nada entiende sobre la forma en que funciona el sistema productivo. Unas 700.000 micro, pequeñas y medidas empresas pueden dar cuenta de ello.
Desde que el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov anunció la nueva versión del «corralito», las ventas se han terminado de paralizar y la cadena de pagos se terminó de romper. Las empresas no pueden cobrar cheques, los bancos no les depositan el dinero y los formadores de precios han remarcado, lo cual obliga a los empresarios más chicos a incrementar el precio final o absorber el mayor costo, cosa prácticamente ya imposible ante la gravedad de la crisis.
A esto se suma que los pocos pesos que hay dando vueltas se usan para comprar dólares en lugar de bienes y servicios con lo cual, es evidente, que las deudas de empresas PyMEs que no fueron pesificadas serán en este contexto cada vez más difíciles de cancelar.
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