Portugal colocó 1.000 millones de euros en deuda soberana a corto plazo, pero se vio obligado a pagar intereses aún más altos, del 3,98%, que en la anterior subasta similar, realizada hace dos semanas al 3,71%.
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El Tesoro portugués informó que se colocó la totalidad de la emisión, prevista en un mínimo de 750 millones con una demanda de títulos casi dos veces superior a la oferta.
La emisión de bonos a doce meses se produjo tras la subida constante, en las últimas semanas, de los intereses que exigen los inversores para adquirir los títulos lusos, superiores al 7%, tanto a diez como a cinco años, por la desconfianza en la situación económica del país.
El Tesoro luso había anunciado también una recompra de títulos y al final, de los casi 9.500 millones que vencen en mayo y junio, adquirió, con intereses de hasta el 2,13%, poco más de doscientos millones de euros, una cantidad considerada muy pequeña en fuentes del mercado.
La anterior emisión de deuda lusa a corto plazo se realizó el día 2 de este mes, con la colocación de 1.255 millones de euros en bonos a seis y doce meses, que fue suscrita a un interés más bajo que la celebrada en enero.
En esa subasta, salieron 800 millones de euros a doce meses a un interés del 3,71%, tres décimas por debajo de la anterior emisión de las mismas características, celebrada el 19 de enero y con una demanda que superó 2,6 veces la oferta.
La especulación financiera amenaza a Portugal pese a las duras medidas de austeridad adoptadas por su Gobierno para cumplir las exigencias de la UE y calmar los mercados. Su objetivo es rebajar este año el déficit público, que en 2010 se situó en el 7,3%, hasta el 4,6%.
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