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Hay indicios para creer que esta vez la negociación encarada directamente con el jefe del Palacio de Hacienda podría tener algunos resultados inmediatos: en primer lugar, la flexibilización de la resolución 140 de la Secretaría de Energía, que limita las exportaciones de petróleo y que, aunque no afecta directamente a Repsol porque ésta exporta actualmente menos del cupo fijado en 36%, en el exterior se lee como indicio del avance de una política intervencionista.
Por otra parte, el propio Lafalla admitió que si el abastecimiento de gasoil está asegurado y hay un precio razonable para el gas licuado de uso residencial, su proyecto «debería reverse».
Maza aseguró ayer que «los problemas de abastecimiento de gasoil están totalmente superados» y que la empresa pondrá a partir de hoy un número telefónico a disposición de los clientes finales para responder a cualquier pedido de cantidad al precio sugerido por la empresa en cada zona del país.
Dijo también que, para asegurar el abastecimiento, la empresa redujo sus exportaciones de gasoil de 170.000 metros cúbicos diarios a 30.000 y que contrató tres cargamentos del producto importado, el primero de los cuales se utilizó para cumplir un contrato de suministro a Paraguay.
Indicó, además, que «en los primeros quince días de junio, Repsol entregó al mercado 45.000 metros cúbicos más de gasoil» y que a esto se suman las importaciones realizadas por Shell y Eg3.
•Confluencia
Según Maza, hubo varias circunstancias que confluyeron en los problemas de abastecimiento: la imposibilidad de importar debido a la devaluación, para atender el pico de la demanda originado en la cosecha, la menor producción de otras empresas y un proceso «de acumulación especulativa, a la espera de que el precio siguiera subiendo».
«Ahora -dijo- el precio ya está llegando a un techo, que no es el de los países vecinos, como dijo el presidente Duhalde, sino el precio de importar gasoil sin el ITC» (Impuesto a la Transferencia de Combustibles, que fue eliminado en mayo para las compras del producto en el exterior).
Según Repsol, en la última semana están ofreciendo a los distribuidores mayoristas más gasoil del que habitualmente tenían contratado, porque así lo habían solicitado en el período de crisis, pero los clientes estarían comprando menos del cupo, lo que demostraría que estuvieron stockeando el combustible para venderlo cuando aumentara el precio.
Por su parte, Patritti señaló que Repsol «destina más de 75% del petróleo que produce en la Argentina a las refinerías propias y que está operándolas al máximo de su capacidad». También anunció que Repsol se comprometió con Lavagna a mantener en funcionamiento los 22 equipos de producción que operaban el año anterior, para garantizar el nivel de producción y de empleo, y también las regalías percibidas por las provincias productoras.
El mantenimiento del nivel de empleo y de las regalías es otra de las preocupaciones oficiales, luego de que algunas petroleras empezaron a desactivar equipos cuando se empezó a hablar de límites a la exportación, y la organización que nuclea a las provincias productoras realizó un fuerte cuestionamiento a la Resolución 140 y al proyecto Lafalla, amenazando incluso con recurrir a la Corte Suprema.
La negociación entre Repsol y Lavagna sigue abierta. En apariencia, el primer compromiso asumido por la empresa ya está cumplido con el anuncio y hoy habría una nueva reunión con el ministro por el gas licuado y el gas natural.
El gobierno pidió que se respete el precio de referencia para el GLP que se distribuye por redes, que el ente regulador del gas fijó en $ 300 la tonelada, algo menos que la mitad del precio del mercado. Para el gas licuado de uso residencial, que se usa en garrafas y cilindros, las autoridades buscan que el valor tenga una pequeña rebaja y se mantenga quieto por el invierno en $ 600 la tonelada (hoy se vende a $ 700). Como contrapartida, Repsol habría pedido la rebaja de las retenciones de 20% a 5% para exportar GLP.
El otro tema abierto es el precio del gas en boca de pozo, que por ahora fue fijado para mayo y junio, y debe reverse el mes próximo. La empresa, al igual que otras productoras, aceptarían que se mantenga estable por lo menos hasta el verano el valor del gas para domicilios, pero busca que se fije un «sendero» para adecuar lo que pagan las industrias.
«Hay empresas, como Siderca, que se han beneficiado con la devaluación y no pueden seguir pagando el gas 1 a 1», dijo Patritti. En síntesis, la propuesta es mantener «quieto» el valor del gas para garrafas, gas por redes para uso residencial y para las generadoras eléctricas en la proporción que necesiten para mantener estable el valor de la energía a residenciales. Esto implicaría 40% del gas que se consume en el país, mientras el 60% restante es de uso industrial o comercial.
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