A pesar de la baja de los precios se podría decir que las cosas mejoraron un poco. No mucho, porque apenas podemos apuntalarnos en el leve incremento del volumen negociado y en el hecho de que los principales índices recuperaron casi la mitad de lo que perdían en lo peor de la sesión. De todas formas, 1,19% que cedió el Dow cerrando en 8.013,29 puntos, o 1,33% del NASDAQ no dejó contento a casi nadie. Para ser sinceros, fue una rueda en la que lo más notable fue la casi total ausencia de noticias. En lo que concierne a la actividad bursátil apenas se puede citar el anuncio de la gente del AIG, que incrementara sus reservas para cubrir despidos y otros pasivos que habían sido "erróneamente calculados". Sin nada más en qué apuntalarse para explicar lo que estaba pasando (y una vez finalizada la ceremonia de despedida de los astronautas del Columbia), el argumento de la guerra volvió al centro del escenario, y en particular lo que podría llegar a revelar en apenas horas Colin Powell ante las Naciones Unidas. Mientras tanto, y por primera vez en casi una década, comenzaron las negociaciones para tratar de aprobar un proyecto de presupuesto (la bonanza de los '90 y los superávit del gobierno habían eliminado esta actividad, lo que aseguraba su aprobación), el dólar se desplomaba marcando un nuevo mínimo para los últimos cuatro años frente al franco suizo (cuando en octubre de 1998, el default ruso y la quiebra de LTCM tenían a los inversores sin poder dormir), el platino al máximo de los últimos 23 años, el oro trepaba a la cima de los últimos seis años, las tasas se derrumbaban y resurgía la sensación general de las últimas semanas: simplemente temor.
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