15 de noviembre 2021 - 00:00

Señalan que un mal acuerdo con el FMI podría perjudicar a bonistas

Un acuerdo que no resulte tan bueno con el Fondo Monetario haría peligrar la reestructuración de deuda acordada con los bonistas. Lo advirtió el economista jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), Nicolás Zeolla. “Un acuerdo malo lo hace cualquiera rápido. Un acuerdo bueno lleva mucho tiempo, y lo que se está defendiendo al final de cuentas es uno que sea cumplible”, señaló.

Consideró que existen tres puntos que la agenda poselecciones tiene pendientes, y explicó que se relacionan entre sí, se retroalimentan”. “El primero, y por encima de todo, es la cuestión de la incertidumbre política. Obviamente que adentro del frente que gobierna hay distintos puntos de vistas, visiones distintas sobre los ritmos que tiene que tener el plan económico, y eso hace que tampoco haya, en principio y aparentemente, una visión homogénea de cómo encarar el proceso de negociación con el FMI”, indicó el economista de la fundación fundada por la actual jefa de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.

En declaraciones radiales, dijo que de alguna manera, ese “desajuste en la forma de concebir el funcionamiento de la economía y las prioridades transmite una incertidumbre hacia lo que puede llegar a ser el proceso de cierre de año y de cara a la negociación con el Fondo”.

Zeolla señaló que el segundo punto importante es “cómo se va a reestructurar la deuda con el FMI. La deuda es impagable, no se puede pagar bajo ningún concepto, y la discusión pasa por si se va a llegar a una solución coordinada o una decisión unilateral, y que Argentina se tome más tiempo en negociar”.

“En el año vencen más de 20.000 millones de dólares, hay que ver la cuestión de las sobretasas, los plazos, pero es un tema central para lo que sigue y es una agenda estructural para los próximos años. Es falso que esto se puede resolver de un minuto para al otro. La solución rápida con este problema el riesgo principal que tiene es condicionar todo lo que se hizo con la deuda anterior”, indicó.

Como tercer punto de este panorama poselecciones, dijo que está “la cuestión del dólar, del tipo de cambio y las presiones que se presentan ahí”. “Por un lado, hay una cuestión más estructural que es que cuando la economía crece, se demandan más importaciones y eso presiona sobre la demanda de divisas a un ritmo mayor de lo que podemos abastecer con la oferta de dólares. Por otro lado, hay una cuestión más financiera que se relaciona con la incertidumbre y la demanda de divisas por ese lado”.

Dijo que “obviamente un movimiento del dólar dispara ruido político. Cómo le pega en el bolsillo del pueblo, si bien la situación de la recuperación ha sido mucho mejor de la que se proyectaba a comienzo de año, eso no ha alcanzado para mejorar la calidad de vida de la gente y revertir el deterioro, no sólo de la pandemia, sino de la crisis iniciada con el gobierno anterior”.

“Hay un descontento claro con el resultado de este proceso, pero no está desenganchado de la crisis de la pandemia y de las consecuencias de lo que estamos discutiendo todavía que es la reestructuración de la deuda que no ha concluido”, señaló.

Dijo que “el punto principal acá tiene que ver con que la inflación se ha ubicado en valores mucho más altos de lo que el gobierno pensaba a principios de año, se ha revisado varias veces ese piso de inflación, también hay que decir que el gobierno ha acompañado ese proceso con el visto bueno para la recuperación de los salarios”.

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