6 de febrero 2005 - 00:00

Shell no venderá activos en Argentina a la venezolana PDVSA

La petrolera anglo-holandesa Shell decidió mantener sus inversiones en Argentina, por lo tanto, desechó vender sus instalaciones en el país a la estatal venezolana PDVSA, según declaraciones del presidente de la filial local Juan José Aranguren publicadas este domingo.

"La posibilidad (de vender los activos) se evaluó hace 15 o 20 días, pero se llegó a la conclusión de que la compañía seguirá firme en la Argentina: no nos vamos", dijo Aranguren, quien reveló una decisión similar respecto de las inversiones en Chile.

El interés de PDVSA por la refinería, la red de 930 estaciones de servicio (gasolineras) y el sistema de distribución que tiene la firma europea en Argentina fue confirmado la semana pasada por el propio presidente venezolano, Hugo Chávez, de visita en Buenos Aires.

“ay buenas posibilidades de que los adquiramos. Hay un interés común. Shell está retirando inversiones de América latina y nosotros queremos invertir en América latina", dijo Chávez, el martes pasado.

También funcionarios argentinos, como Luis Corsiglia, director de la recién creada estatal Enarsa, confirmaron las conversaciones entre PDVSA y Shell en el país.

Aranguren explicó ahora que si bien en 2004 la compañía anunció una serie de ventas de activos en algunos países de la región, confirmó que continuaría operando en otros.

"Se vendieron las estaciones de servicio de Venezuela, y el negocio de combustibles en Perú, pero simultáneamente se anunció que la compañía ratificaba que permanecería en Brasil y Centroamérica", dijo el empresario argentino.

Shell se instaló en Argentina en 1914 pero no posee campos petroleros sino que compra el petróleo crudo y lo procesa en su planta refinadora, considerada una de las más modernas del país, con capacidad para 100.000 barriles diarios.

"Es verdad que se analizó el caso argentino. Se discutió en la matriz que daba más valor a los accionistas: si seguir adelante con la operación o venderla a un tercero. Pero hace entre 15 y 20 días se tomó una decisión: Shell seguirá en la Argentina. Y lo mismo en Chile", ratificó Aranguren.

El directivo empresario confirmó informes de prensa según los cuales Shell tuvo fuertes pérdidas en Argentina en 2002 y 2003, "pero en 2004, el rojo fue mucho menor".

Shell Argentina facturó en 2004 entre 1.300 y 1.400 millones de dólares, y tuvo una pérdida de 15 millones, mientras mantiene una deuda de 92 millones con sus proveedores de crudo.

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