10 de julio 2001 - 00:00

Teme ahora Cardoso crisis institucional en la Argentina

Teme ahora Cardoso crisis institucional en la Argentina
Brasilia (EFE, AFP, Reuters, DPA) - El presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, expresó su temor a que la Argentina termine enfrentando una crisis institucional debido a las dificultades políticas y económicas que atraviesa.

«En Brasil, no hay riesgo para las instituciones en este momento. En la Argentina, puede haber ese riesgo. Lo hubo en Perú, que no está resuelto, y lo hubo en Venezuela, que tampoco está resuelto. Chile, bien o mal, tuvo un problema diferente, pero las instituciones permanecieron fuertes», dijo el mandatario en una entrevista publicada ayer por el diario «Valor Económico».

• Parálisis

Según explicó el rotativo, Cardoso se muestra preocupado ante lo que juzga como una parálisis del proceso de toma de decisiones en la Argentina, un hecho que atribuye a un choque de fuerzas políticas opuestas, y también a la tendencia de la sociedad de no movilizarse para enfrentar los grandes desafíos y problemas del país.

Además, señala que en el Planalto (sede de la Presidencia brasileña) se alude a la posibilidad de una ruptura institucional sobre la base del historial de la Unión Cívica Radical (UCR), dos de cuyos presidentes, Arturo Illia y Raúl Alfonsín, debieron dejar sus cargos antes de término. Según «Valor Económico», esto hace crecer las expectativas de regresar al poder del ex presidente Carlos Menem, quien actualmente está en arresto domiciliario dictado por el juez Jorge Urso.

En la entrevista, el presidente brasileño admitió que es inevitable que la crisis argentina afecte el proceso de recuperación económica de Brasil, ya que las empresas calificadoras de riesgo establecen un fuerte vínculo entre los dos países. «Es casi imposible reducir los riesgos de la crisis argentina, porque se trata de un riesgo imaginario, no real. El problema son las expectativas, esa vinculación que existe en el mundo de hoy», dijo.

Según el gobernante, Brasil no ha preparado un plan de acción para el caso de que se concrete su temor a una crisis institucional en la Argentina. No obstante, se manifestó convencido de que, si ocurre lo peor, «el mundo se movilizará para salvar a la Argentina».


Las relaciones entre Brasil y la Argentina ingresaron la semana pasada en un período de crisis, tras la durísima reacción de la Cancillería brasileña a una disposición dictada por el ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien concedió descuentos a las importaciones de bienes de capital, informática y vehículos procedentes de países extra-Mercosur.

Según «Valor Económico», además de la decisión de suspender las negociaciones comerciales bilaterales hasta que la Argentina anule la polémica medida, Cardoso «les avisó a los argentinos que suspendería las importaciones de petróleo y trigo», si no se logra una solución para el problema.

Según el periódico, Cardoso piensa que la Argentina va a salir perdiendo con actitudes como ésta, ya que en su balanza comercial del año 2000 registró un superávit de 600 millones de dólares en sus intercambios con Brasil.

Cardoso aseguró que, pese a la decisión de suspender las negociaciones comerciales con la Argentina hasta que se revoque la norma que considera perjudicial al Mercosur, Brasil está dispuesto a ayudar al gobierno de
Fernando de la Rúa a resolver sus problemas.

El presidente aseguró, asimismo, que las turbulencias cambiarias en Brasil, cuya moneda, el real, perdió 27% de su valor con respecto al dólar, se deben a la inestabilidad argentina sumada al déficit en la balanza de transacciones corrientes, que equivaldrá a finales de 2001 a 26.506 millones de dólares (4,97% del PBI).

Para los economistas, Brasil es tan sensible a cualquier turbulencia en la Argentina, no sólo porque ambos países son los pilares del Mercosur, sino porque el primero tiene un enorme déficit en sus cuentas externas y los agentes financieros dudan de su capacidad de financiarlo en un momento en que las inversiones externas disminuyeron y el saldo de la balanza comercial es negativo.

• PBI

Según Cardoso, el efecto del racionamiento de energía impuesto en Brasil en la salud económica del país será mínimo, y consideró absurdo realizar previsiones sobre el crecimiento del PBI. «Es una gran tontería prever el PBI, normalmente todas las proyecciones están equivocadas. Este año, el Banco Central calculó un crecimiento de 4% a 4,5% y ahora puede que terminemos el año con 3%. Y no sería una tragedia; tal vez, sea el mayor crecimiento de América latina», aseguró.

Por último, el mandatario aseguró que para paliar cualquier problema financiero, Brasil podría recurrir de nuevo al Fondo Monetario Internacional (FMI), con el que ya firmó un acuerdo por valor de 41.500 millones de dólares que expira a finales de año. «No creemos necesario renovar este acuerdo, pero si fuese oportuno, lo haríamos. A nadie le gusta esta situación; sólo se acude al FMI cuando es necesario, porque es una institución del sistema capitalista que ayuda, pero impone condiciones. Siempre es mejor salir del agujero sin ellos.»

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