25 de junio 2007 - 00:00

UIA a Tomada: "Si siguen cortes, habría despidos"

Juan Carlos Lascurain
Juan Carlos Lascurain
La crisis energética ya tiene consecuencias directas en la industria: la primera y más importante es que se preparan suspensiones y hasta despidos en caso de que la misma se prolongue; la segunda es la reaparición de la vieja interna en la Unión Industrial Argentina (UIA) entre «industriales» (más cercanos al gobierno nacional) y «celestes y blancos».

Un grupo de dirigentes de la (UIA) le informó al gobierno que, de continuar los cortes de energía, será inevitable proceder a suspensiones y reducciones de personal. Fue el viernes a última hora, cuando el titular de la central fabril Juan Carlos Lascurain -acompañado de Juan Carlos Sacco (gráficos), José Ignacio de Mendiguren ( indumentaria) más el abogado laboralista Daniel Funes de Rioja- se vieron con el ministro de Trabajo Carlos Tomada.

El encuentro fue el tercero en poco más de 24 horas que mantuvo la dirigencia de la UIA con miembros del gabinete nacional: el jueves se habían reunido con la titular de Economía Felisa Miceli en un « rendez vous» agendado con meses de anticipación, pero a poco de salir del Palacio de Hacienda fueron convocados de urgencia por su colega de Planificación Julio de Vido. De ambas reuniones dio cuenta extensamente este diario el viernes.

Tanto con Miceli como con De Vido el tema central fue la ya innegable crisis energética y sus consecuencias directas sobre la industria, los procesos continuos de producción y la posibilidad de que se termine afectando a las plantillas laborales de las empresas.

Al día siguiente, y a pesar de que la agenda marcaba que la charla con Tomada giraría sobre la tantas veces postergada ley de riesgos de trabajo, los industriales y el funcionario estuvieron una hora hablando de cómo hacer para evitar despidos y suspensionessi continuaban los cortes de energía.

Durante toda la semana pasada varias cámaras miembros de la UIA, entre ellas la de la industria plástica que encabeza Héctor Méndez, ex presidente de la entidad, ya habían advertido sobre esta posibilidad. El hecho de que la máxima instancia de la industria se lo plantee al gobierno nacional le da una dimensión diferente: ya no se trata meramente de un reclamo de un sector determinado como los plásticos o los autopartistas.

  • Suspensiones

    De hecho varias empresas -sobre todo del sector automotor- ya vienen aplicando suspensiones pagando 75% de los salarios, algo que no podrá prolongarse en el tiempo. Según una versión, el gobierno les prometió a las autopartistascordobesas incrementar en 40% la provisión de gas a partir de hoy.

    La crisis energética marcó también el regreso de la división dentro de la UIA: el viernes la delegación que se vio con De Vido estaba compuesta por Lascurain, de Mendiguren, Luis Betnaza (Techint) y Adrián Kaufmann Brea (Arcor). La particularidad es que todos ellos forman parte de «Industriales», la línea interna que orienta el grupo que encabeza Paolo Rocca, y a la que por imperio de un acuerdo con la Celeste y Blanca le tocó designar presidente.

    La lista de quienes concurrieron al Ministerio de Planificación sorprendió a casi todos los miembros de la Celeste y Blanca, varios de los cuales se enteraron de la existencia de la reunión por llamados de este diario. «¿Están reunidos ahora con De Vido? ¿Y cómo no me avisaron?», fue la respuesta obtenida de varios de los dirigentes ¿opositores a partir de ahora? Desde ya, la situación provocó la apertura de viejas heridas y nuevos resquemores.

    Del otro lado intentaron explicar que no había ninguna «rosca» para dejar afuera a los «celestes y blancos»: una alta fuente de «Industriales» aseguró que «Federico Nicholson y Héctor Massuh (dos de los máximos referentes de la Celeste y Blanca) estaban fuera del país; eso y la urgencia de la convocatoria de De Vido hizo que no viniera nadie de la Celeste y Blanca. Pero no hay más que eso; no hay ningún problema con ellos».
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