El ministro de Economía, Sergio Massa, quedó obligado a hacer un importante esfuerzo fiscal en estas semanas si pretende aprobar la meta del déficit fiscal del primer trimestre de 2023, tal cual quedó establecida en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). En enero, según datos de la Secretaría de Hacienda, ya consumió el 46% del margen permitido entre ingresos y gastos.
Economía ya consumió casi la mitad del déficit previsto para el primer trimestre
El inesperado salto del rojo de las cuentas públicas de enero, que llegó a los $204.000 millones, le dejó un margen al Palacio de Hacienda de unos $237.000 millones hasta marzo para cumplir con el FMI.
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En el primer mes del año, sorpresivamente, el rojo de las cuentas públicas se multiplicó como consecuencia de una caída de los ingresos del Sector Público del 3,2% y una expansión del gasto del 6%. El quebranto alcanzó a $204.000 millones, en un mes en el que estacionalmente hay superávit o al menos, bajos niveles de déficit.
Aunque el titular del Palacio de Hacienda ya avanzó en las gestiones ante Kristalina Georgieva en la India, en el marco de la cumbre de ministros de Finanzas del Grupo de los 20, para flexibilizar las metas de acumulación de reservas internacionales, los objetivos fiscales y monetarios del programa no se modificarán, de modo que no tiene otra opción que reestablecer el equilibrio entre febrero y marzo. En el año el objetivo es 1,9% del PBI.
La meta parcial establecida con el organismo internacional de crédito es de $441.500 millones para el 31 de marzo. Es decir, el Ministerio de Economía ya transitó aproximadamente el 46% del camino. En términos de PBI, el Gobierno tenía que hacer en el trimestre un ajuste equivalente a 0,44%, y del mismo ya consumió el 0,20 puntos.
Según señala la consultora GMA Capital, el resultado se explica en gran medida por la dinámica del comercio exterior. “La sequía y el mayor endurecimiento del cepo provocaron que los ingresos provenientes del comercio exterior se contraigan 25% interanual en términos reales”, se indica en un informe, y se sostiene que “parte del aumento en las erogaciones podría haberse correspondido a partidas del gasto postergadas del mes anterior”.
GMA Capital plantea que el enfriamiento en la actividad económica que se viene dando desde finales del 2022 “aparece como una amenaza para el cumplimiento del target fiscal, ya que este suele venir acompañado de una menor recaudación tributaria”.
Por su parte, Portfolio Personal Inversiones detalla que “el Gobierno se consumió en el primer mes, en el que todo juega a favor para alcanzar superávit, casi la mitad del espacio de la meta fiscal, dejando un margen de $237.562 millones para el bimestre febrero-marzo”.
En tanto, el economista Nadín Argañaraz, titular del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) estima que en lo que resta de 2023, el Gobierno estará obligado a hacer un esfuerzo fiscal adicional equivalente al 0,08% del PBI promedio mensual respecto de igual período de 2022. El analista calculó que entre febrero y diciembre del año pasado el rojo del sector público fue del 2,68% del PBI, y este año, para lograr el objetivo el margen que queda es del 1,77%. La diferencia es del 0,9% del PBI en 11 meses. Este año no se podrá apelar a rentas de la propiedad que el año pasado representaron 0,3% de ingreso.
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