26 de julio 2006 - 00:00

Ya no está tan caro el dólar en $ 3,10. El FMI lo calcula en $ 2,70

El dólar ya no está tan alto a $ 3,10 para la venta en las casas de cambio. Para el FMI, el valor correcto sería de $ 2,70, con lo que la sobrevaluación es de 15%. El alza de los precios internos le quitó parte de la exageración al precio de la divisa, que en el peor momento de la crisis en 2002 llegó a valer $ 4. Además, el dólar subió casi 7% en las últimas semanas frente a las principales monedas del mundo. Si el Banco Central no comprara diariamente casi 50 millones de dólares, la divisa cotizaría menos que los $ 2,70 que estima el FMI. Pero hay otros factores en juego. El Estado recauda por las retenciones un porcentaje de las exportaciones; cuanto más vale el dólar, más ingresos tiene. Lo desfavorable se ve porque a fin de mes pagará más de u$s 2.000 millones de vencimiento del BODEN 2012 y está comprando los dólares a $ 3,08.

Para el FMI, el dólar en la Argentina está sobrevaluado entre 10% y 15%. Así surge de la evaluación que el organismo monetario hizo sobre la economía argentina, que incluye un anexo especial en el que se analiza la evolución del tipo de cambio real.

Los técnicos del Fondo tomaron en cuenta no sólo la cotización nominal del dólar (levemente por debajo a $ 3,10 cuando se hizo el estudio), sino también el incremento de los precios internos y las retenciones a las exportaciones, que afectan al tipo de cambio real. Se trata de todos los aspectos que influyen en la competitividad de la economía.

Cuando se tienen en cuenta estos factores, la conclusión es que la cotización del dólar sigue artificialmente alta, pero no se trata de un fenómeno demasiado exagerado. Hace varios años que el Fondo viene insistiendo en que una de las fórmulas para combatir la inflación es que el Banco Central intervenga menos en el mercado cambiario y deje caer la cotización de la divisa.

Aunque no estipula un valor concreto, con este cálculo el Fondo sugiere que el dólar debería ubicarse en alrededor de $ 2,70.

El staff del Fondo presentará este viernes ante el Directorio un completo informe sobre el estado de la economía argentina. Todo está previsto en el marco del artículo IV de la Carta Orgánica del organismo, que prevé una evaluación anual a cada país miembro. Esto debe cumplirse aun en casos como la Argentina, que no tiene programa vigente ni deuda alguna con el organismo. Del trabajo surge la preocupaciónde los técnicos por asegurar que la Argentina pueda llegar a una situación de «crecimiento sostenible», lo cual requiere -entre otras cuestiones- reducir la inflación y conseguir que aumente el nivel de inversión.

El trabajo contiene las recetas clásicas de Rodrigo de Rato, pero fundamentalmente pone el acento en la necesidad de enfriar la economía para evitar mayores presiones inflacionarias. Si bien los propios técnicos de la institución reconocen que no existe una explicación única para la suba de los precios que se verifica desde 2005, la principal radica en que la demanda está creciendo a un ritmo demasiado elevado respecto del que puede soportar la oferta.

  • Fórmulas ortodoxas

    Para morigerar la demanda interna, aparecen las fórmulas ortodoxas: incrementar el superávit fiscal y ajustar más la política monetaria, aunque en este último caso reconocen que el «sesgo» de los últimos meses resulta más contractivo. De hecho, ayer el BCRA subió levemente las tasas de interés en la colocación de Lebac (ver aparte). Obviamente, también se menciona la necesidad de arreglar la situación de las tarifas de las compañías privatizadas como un elemento relevante para conseguir más inversiones en el área de servicios públicos.

    Los acuerdos de precios figuran también en el informe del organismo. Si bien el Fondo mantiene una posición crítica ante cualquier atisbo de control de estas características, resalta al mismo tiempo que el gobierno los considera «una herramienta transitoria para reducir las expectativas inflacionarias».
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