24 de noviembre 2009 - 00:00

Ahora Aníbal suaviza ola de vetos masivos

El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, afirmó ayer que no se «hace cargo» de los dichos del jefe de la bancada oficialista en Diputados, Agustín Rossi, pero defendió la aplicación de vetos por parte del Poder Ejecutivo una vez que el oficialismo pierda la mayoría en el Congreso. Fernández aseguró que no quería hacerse «cargo de sus dichos» y dijo no «comprender de qué está hablando» Rossi cuando afirmó que el Ejecutivo vetará las leyes que la oposición apruebe en el Congreso sin el voto kirchnerista.

No obstante, en declaraciones radiales, el jefe de Gabinete defendió el veto presidencial y recordó que la Constitución nacional «en su artículo 77 permite vetar» las leyes, al tiempo que subrayó: «Son las reglas de juego».

El jefe de ministros sostuvo que «hasta cuando ha habido legislaciones de origen propio del Gobierno o del bloque oficialista y hubo cosas que no correspondían, se ha vetado esa parte, y hasta se han vetado leyes completas».

Apenas horas antes de las declaraciones de Fernández, el jefe del bloque kirchnerista en Diputados, Agustín Rossi, había asegurado que el Gobierno usaría el poder de veto si no está de acuerdo con las leyes que impulse la oposición después del 10 de diciembre.

«Si nosotros tuviéramos acuerdo en una determinada iniciativa, votaremos con la oposición», sostuvo el diputado, pero afirmó que «el veto significa que ningún Gobierno está obligado a gobernar con leyes que no comparte».

En declaraciones radiales, defendió este derecho del Ejecutivo al explicar que «el instituto del veto» no lo «inventó» el kirchnerismo, sino que «está en la Constitución».

De esta manera, Rossi ofreció un panorama posible para después del 10 de diciembre, cuando el oficialismo pierda su mayoría en ambas cámaras y la oposición cuente con bancas suficientes como para dejar sin efecto la reforma al Consejo de la Magistratura, la ley de medios, la reforma política y hasta los superpoderes.

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