El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, efectuó ayer un nuevo llamado para que el ejército sirio detenga sus operaciones en Alepo, para evitar más derramamiento de sangre.
Mientras tanto, el riesgo de contagio del conflicto se extiende al Líbano, donde un helicóptero sirio disparó dos cohetes contra la ciudad libanesa de Arsal, cuya población es solidaria con los rebeldes. El Ejército libanés amenazó con responder a los ataques de las Fuerzas Armadas sirias en caso de que se repita una agresión armada desde el país vecino.
El helicóptero sirio lanzó dos cohetes sobre la plaza central de la ciudad libanesa de Arsal de mayoría sunita que simpatiza con la rebelión contra el Gobierno de Al Asad.
"Las unidades de nuestro Ejército para Arsal adoptaron medidas de defensa para responder inmediatamente a cualquier otra violación", replicó una declaración sin precedentes de comandos de las fuerzas armadas en Beirut.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, admitió ayer que la escalada de violencia se extendió a los Altos del Golán y pone en peligro la tregua de cuarenta años entre Siria e Israel.
Los Altos del Golán son un territorio sirio ocupado por Israel desde la Guerra de los Seis Días.
Ban Ki-moon pidió "aumentar la capacidad de autodefensa" de la misión de paz de Naciones Unidas en el Golan (UNDOF). Sin embargo, un contingente de 370 cascos azules austríacos comenzó ayer a retirarse de allí por razones de seguridad, actitud que podrían imitar sus colegas de Filipinas e Islas Fiji.
El contingente austríaco representaba el 40% de los integrantes de la misión de paz de Naciones Unidas en los Altos del Golán, que ahora podría ser reemplazado por militares de Rusia, que se ofreció a reforzar la UNDOF.
La Conferencia de Paz de Ginebra podría sesionar entre el 6 y 7 de julio, pero todavía no está resuelta la agenda, el formato de los debates ni quienes podrán participar de la convocatoria, admitió la canciller italiana Emma Bonnino.
Sobre el terreno, la contraofensiva de las fuerzas gubernamentales acelera las operaciones para retomar el control de Alepo, la ciudad más populosa del norte de Siria.
El presidente estadounidense Barack Obama evalúa la posibilidad de reforzar con armas a los rebeldes, en momentos en que las palabras del canciller francés Fabius sonaron de modo explícito.
"Debemos frenar esta progresión bélica sobre Alepo. Éste es el próximo objetivo de Hizbulá y de los iraníes", alertó Fabius apuntando a los aliados regionales del presidente sirio. Pero el comportamiento de los rebeldes sobre el terreno tampoco deja mucho margen para la actuación de Occidente, ya que son combatientes islamistas que imponen sus códigos extremos sobre los habitantes de Alepo.
Precisamente, en esa ciudad centenares de habitantes, en su mayor parte jóvenes, se manifestaron ayer en las calles contra el asesinato a sangre fría de un adolescente de 15 años acusado de haber pronunciado "blasfemias" según la sentencia de muerte de los rebeldes fundamentalistas.
Los rebeldes, a su vez, apelan a la participación de Hizbulá en el conflicto para conseguir apoyo de Occidente. El apoyo de Hizbulá se ha vuelto a "cara descubierta", señalan los rebeldes que distribuyeron un video por internet donde aparecen cadáveres de militantes libaneses pertenecientes a esa organización.
Los cadáveres de los militantes caídos portan brazaletes que los identificaban como pertenecientes al "Partido de Dios" y que murieron durante combates sostenidos en el distrito de Barzeh de Damasco, según los rebeldes.
Agencia ANSA |
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