Dieciséis artistas contemporáneos y de distintas nacionalidades rinden homenaje desde hoy a Oscar Wilde (1854-1900), con una serie de obras expuestas en el hotel de París donde murió, incluida su habitación. La muestra se titula “De Profundis”, tal el nombre de la carta que el poeta le envió a su amante Lord Alfred Douglas desde la cárcel de Reading, cuando fue condenado por “sodomía”. Wilde murió más tarde en un pequeño hotel de París, llamado simplemente “L’Hotel”, a orillas del Sena, que hoy se ha transformado, gracias al turismo y la atracción que despertó el lugar, en un lujoso cinco estrellas. Entre otros escritores, L’Hotel era el favorito de Jorge Luis Borges, quien solía hospedarse allí durante sus estancias en París. Poco que ver con el modesto albergue en el que se ocultó Wilde con el seudónimo de Sebastian Melmoth, donde murió casi en la miseria el 30 de noviembre de 1900.
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Artistas se unen en homenaje a Oscar Wilde
Además de su depresión, la enfermedad que llevó a la tumba al autor de “El retrato de Dorian Gray” fue una infección en el oído, luego transformada en meningitis, cuyo origen tenía aparente relación con la sífilis que se había contagiado en su juventud. En la cárcel de Reading, donde purgó la pena, no tenía permitido escribir ni narrativa ni obras de teatro. Sólo cartas: por eso, “De Profundis” es una carta de 50.000 palabras, y uno de los testamentos literarios más extraordinarios.
La exposición “De profundis” es una iniciativa del experto en arte contemporáneo estadounidense Daniel Malarkey, resuelto a rendirle homenaje al autor irlandés.
En la habitación número 16, donde murió Wilde, está colgado un retrato suyo, pintado por la británica Maggi Hambling, “Wilde y el papel pintado”. Según la leyenda, Wilde declaró a las poco antes de morir: “este papel pintado y yo estamos librando un duelo a muerte. Uno de los dos tendrá que irse”. En la pared de enfrente hay dos pinturas de la artista nacida en Malta, Anna Calleja y un retrato de Tilda Swinton realizado en el mismo hotel por Katerina Jebb.
Y dos esculturas de madera de castaño, realizadas por Eleanor Lakelin a partir de un árbol que cayó ante la cárcel dónde estuvo prisionero Wilde entre 1895 y 1897. “El árbol cayó antes las puertas de la cárcel, y el museo de Reading le encargó una obra a Eleanor Lakelin”, explicó Malarkey. El cineasta británico Derek Jarman realizó una obra mixta con pintura y crucifijo en 1988, “cuando ya sabía que iba a morir”, añade Malarkey. Casi todas las obras ya han sido vendidas a coleccionistas.
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