14 de agosto 2009 - 00:00

Aumentan en EE.UU. denuncias contra China por espionaje

Cuatro empleados de la empresa minera Rio Tinto fueron detenidos en julio, acusados de espionaje y robo de secretos de Estado. Ahora, las denuncias se extendieron a Estados Unidos y se enfocan, principalmente, en traspaso de información militar.
Cuatro empleados de la empresa minera Rio Tinto fueron detenidos en julio, acusados de espionaje y robo de secretos de Estado. Ahora, las denuncias se extendieron a Estados Unidos y se enfocan, principalmente, en traspaso de información militar.
Washington - La acusación formulada por China contra ejecutivos de Rio Tinto de infringir secretos comerciales es una inusual respuesta pública del país a este tipo de conducta. En Estados Unidos, las acusaciones de espionaje industrial contra China van en aumento.

Más de 50 personas fueron procesadas en Estados Unidos desde 2006 por presuntamente transferir tecnología restringida, robar secretos comerciales o realizar actividades de espionaje para China, según el Departamento de Justicia de Estados Unidos. A diferencia del caso de Rio Tinto, muchos de los enjuiciamientos en Estados Unidos estuvieron relacionados con información militar. «Claramente han aumentado los casos de exportación, en buena medida en respuesta a una mayor actividad china para adquirir material delicado y controlado en los Estados Unidos», dijo Clif Burns, abogado especializado en derecho comercial internacional.

Las autoridades chinas detuvieron a los cuatro ejecutivos de Rio Tinto el 5 de julio, incluso al australiano Stern Hu. Un funcionario de la agencia de secretos de Estado declaró que los empleados estaban «espiando» a la industria siderúrgica china. Más adelante, aclaró que era sólo «su opinión». Los cuatro fueron arrestados formalmente acusados de infringir secretos comerciales y sobornos, no de espionaje, reveló la procuraduría popular suprema de China el 11 de agosto, según la agencia de noticias Xinhua. Las detenciones tensaron las relaciones entre China y Australia, y las ventas de Rio al país asiático por u$s 10.000 millones podrían verse afectadas.

Las acusaciones de que China incurre cada vez más en un comportamiento similar prosiguen a una advertencia hecha por el Departamento de Defensa sobre los esfuerzos del país más poblado del mundo para conseguir información comercial de Estados Unidos para uso militar.

«La comunidad de inteligencia de Estados Unidos notó que de todas las organizaciones extranjeras de inteligencia que intentan penetrar en las agencias estadounidenses, la china es la más activa», indicó el Departamento de Defensa en su informe anual de 2009 al Congreso.

Secretos compartidos

Los fiscales de Estados Unidos acusaron tanto a ciudadanos chinos como a ciudadanos estadounidenses de transferir equipo a China y compartir secretos comerciales con ese país. «En los últimos años el Departamento de Justicia ha manejado un creciente número de casos relacionados con delicada tecnología estadounidense de armas, secretos comerciales y otra información restringida entregada a China», dijo Dean Boyd, portavoz del Departamento de Justicia. Muchos de los casos se relacionan con acusaciones de robo de contratistas de defensa de Estados Unidos que desarrollan tecnología y equipo para el Ejército, dicen abogados de la defensa.

China rara vez realizó enjuiciamientos públicos de extranjeros por espionaje industrial o por robar secretos comerciales, dijo Wang Baodong, portavoz de la embajada china en Washington. El Gobierno chino actuó contra los empleados de Rio Tinto porque se metieron con una «industria estratégicamente importante», agregó.

Entre los casos recientes en Estados Unidos está el de Dongfan Chung, un ex ingeniero de Boeing. Fue hallado culpable de robar secretos comerciales para China desde fines de los años 70. Fue sentenciado a más de 90 años de prisión. En febrero, tres ex empleados de Metaldyne fueron sentenciados en el Tribunal Federal de Distrito en Michigan a una pena máxima de 30 meses en prisión por robar información confidencial de la empresa sobre la fabricación de componentes automovilísticos y usarla para ayudar a un competidor chino: Chongqing Huafu Industry. En marzo de 2008, Chi Mak, un ciudadano naturalizado estadounidense, ingeniero de una división de L-3 Communications Holdings, fue sentenciado a 24 años en prisión por intentar entregar información militar delicada a China.

«La detención de ejecutivos de Rio Tinto en China podría afectar las inversiones en el país», afirmó Philip J. Crowley, un portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Agencia Bloomberg

Dejá tu comentario