La explosión tuvo lugar frente a la conocida heladería Yabar Abu al Sharbat, en el distrito de Al Karrada, donde la población es mayoritariamente chiíta. Ese comercio es el más popular y antiguo en su rubro en la capital iraquí y estaba muy concurrido de madrugada debido a que durante el Ramadán, y más en verano, es habitual prolongar las noches en la calle a la espera del "suhur" (última comida antes del amanecer).
Según informó una fuente policial, 135 personas resultaron además heridas en este ataque, que provocó también graves daños materiales en la avenida principal de Al Karrada. Varios locales y vehículos quedaron destruidos y calcinados en esta zona comercial, blanco con anterioridad de atentados del EI.
En esta ocasión, el grupo terrorista asumió la autoría en un comunicado firmado por Wilayat Bagdad (Provincia de Bagdad) y difundido en las redes sociales, en el que aseguró que el objetivo eran los chiitas.
"En el marco de las permanentes operaciones de seguridad de los soldados del califato en la ciudad de Bagdad, el hermano muyahidín (guerrero santo) Abu Maha al Iraqui logró hacer estallar su coche bomba en una concentración de renegados", se indicó en la nota.
El EI advirtió de que "con el permiso de Dios proseguirán los ataques de los muyahidines contra los renegados".
Hasta Al Karrada se desplazó el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, quien afirmó que los terroristas "después de haber sido aplastados en los campos de batalla cometen ataques con explosivos en un intento desesperado".
La población de Al Karrada recibió muy enfadada la visita del jefe del Gobierno, al que culpan de no proteger a los civiles de las acciones de los extremistas. Decenas de ciudadanos lanzaron piedras y zapatos al convoy de Al Abadi y lo increparon al grito de "vete".
También de madrugada, otro coche bomba estalló en el mercado popular de Shalal, situado en la zona de Al Shaab, en el noreste de Bagdad y de población mayoritariamente chiita. Este atentado causó la muerte de un civil e hirió a otros cinco.
Los ataques terroristas han aumentado en los últimos meses en Bagdad, coincidiendo con retrocesos en el campo de batalla de los yihadistas.
Estados Unidos condenó "enérgicamente" el "atroz" atentado. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ned Price, afirmó que "estos ataques sólo fortalecen" la determinación de "apoyar a las fuerzas de seguridad iraquíes a medida que continúan recuperando el territorio frente a los yihadistas".
La Unión Europea (UE) también dio su apoyo al Gobierno iraquí en la lucha contra el EI y sus esfuerzos por estabilizar la zona mientras que el papa Francisco condenó la "violencia cegada por el odio" al tiempo que expresó su "cercanía a los familiares de las víctimas".
Agencias EFE, DPA y AFP |
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