16 de octubre 2013 - 00:00

Canadá, una cita para aprender y mostrarse

El torneo que se disputa en Victoria está enmarcado por un buen nivel organizativo. En este lugar, el seleccionado argentino denominado Jaguares sabe que la obligación es quedarse con el título

Los tres protagonistas. La bella ciudad de Victoria, la copa y la ovalada, actores principales del certamen.
Los tres protagonistas. La bella ciudad de Victoria, la copa y la ovalada, actores principales del certamen.
Cuesta entender al caminar las prolijas y seguras calles de Victoria qué fue lo que movilizó a la señora presidenta a comparar a nuestro golpeado país con Canadá o mismo Australia. Según comentan por acá, el nivel de delincuencia es cero y caminar por esta ciudad es respirar un aire tan puro como la certeza de que está todo bien, que no hay ni habrá mayores sobresaltos.

La belleza de la isla de Vancouver es indescriptible. A 25 minutos de vuelo de Vancouver o 35 de Seattle, en Estados Unidos, o también accesible por un ferry que pasa entre islas más peque-ñas o islotes de piedra y verde con casas soñadas, es donde mejor clima hay en este país que puede ser inhóspito en el medio del crudo invierno.

Si bien la Unión Canadiense tiene sus oficinas centrales en la ciudad de Toronto, es en Lang-ford, ciudad satélite de Victoria, donde está el centro de alto rendimiento. Allí, a pasos del estadio de Westhills -de pasto sintético, con capacidad habitual para

4.000 espectadores- están las oficinas de quienes se dedican al juego.

Tenemos convenios con la Universidad de Victoria y muchos de los jugadores se instalan aquí para desarrollarse tanto en el rugby como en sus estudios, explica el neozelandés Michael Chu, quien trajo toda su experiencia de la Unión Neozelandesa a la canadiense. Tenemos muchos jugadores aquí lo que nos permite el seguimiento regular. También, siempre que hacemos alguna concentración, la hacemos aquí.

Similar a nuestro país, Canadá tiene enormes extensiones. A diferencia de Argentina, sólo hay un centro de alto rendimiento. Rodeado de altos y centenarios árboles, con negocios y hasta una cancha de hockey sobre hielo en el complejo deportivo, si bien no son dueños de la tierra, la usan como propia.

Ahora nos cedieron un terre-no del otro lado de la calle donde construiremos nuestro propio gimnasio y más oficinas ya que nuestro crecimiento constante nos hace pensar a futuro, agrega Chu.

El rugby canadiense está instalado en el segundo lote de naciones, detrás del Tier One que ocupan Los Pumas. Le cuesta muchísimo jugar contra naciones dentro de ese grupo. Este año jugaron dos tests en junio con una Irlanda devaluada y en noviembre tendrán una nutrida agenda recibiendo a los maoríes y luego jugando en Georgia, Rumania y Portugal en fines de semana consecutivos.

Necesitamos la competencia para poder seguir midiéndose y crecer a partir de ahí, dice el encargado del rugby local. Por eso, el IRB Americas Rugby Championship es tan importante para nosotros. Al igual que las otras tres naciones representadas, es un escalón importante en el desarrollo de los rugbiers en su camino hacia sus seleccionados nacionales.

Por segundo año consecutivo se juega en Langford, a 20 minutos del centro de Victoria, este torneo que nació en 2009 con otro formato y que los Jaguares argentinos vienen ganando ininterrumpidamente. Con objetivos similares -darle rodaje internacional a los jóvenes jugadores en ascenso- llegaron hasta aquí en un viaje eterno (vía Santiago, Toronto y Vancouver) para buscar demostrar que el duro trabajo en los Centros de Alto Rendimiento rinde frutos.

Ahí está el Huevo Hourcade trabajando a destajo con los jugadores, intentando generar cada vez más presión desde abajo hacia arriba, buscando en pocos días conformar un grupo de talentosos en un equipo capaz de ganar un torneo que cada año se pone más difícil.

Venimos a ganar, pero también a jugar bien y que los jugadores vayan creciendo dentro del sistema de juego que tienen los seleccionados nacionales, explica el tucumano. El debut contra Estados Unidos nos vio jugar muy bien en el primer tiempo, pero en el segundo nos complicamos y Estados Unidos se nos vino encima.

En su equipo hay dos jugadores que pasaron por el Rugby Championship y se nota la diferencia. El fullback y capitán Joaquín Tuculet estuvo imparable en el debut y jugaba anoche de wing, mientras que Matías Díaz, de 20 años, le vendrán bien los minutos de juego ya que seguramente termine su 2013 de enorme movimiento en Europa con Los Pumas.

Es difícil pensar quiénes de los que están acá podrían dar el salto tan rápido en noviembre, pero son muchos los que quieren levantar la mano. El wing Matías Orlando jugó extraordinariamente bien, quebrando y defendiendo con sapiencia y potencia. ¿Podría un apertura salir de esta gira? Mucho se espera del joven Patricio Fernández que anoche jugaba desde el arranque. Se le nota la clase en cada movimiento, pero tiene bien claro que el camino es largo y requiere de mucho trabajo.

Hay mucha juventud: el hooker Martín García Veiga con 27 es tres años más grande que quien le sigue; hay tres jugadores con edad para jugar el Mundial Juvenil el año próximo. Sí, faltan los que participan de las instancias finales de la URBA, pero esas ausencias abren oportunidades para otros jugadores.

Hace una semana, recién llegados a Victoria, los cuatro equipos fueron agasajados por la Gobernadora General en una mansión de película. Desde el enorme balcón se podían ver las monta-ñas de Estados Unidos, del otro lado del estrecho de Georgia. Mezclados en las largas mesas, hubo oportunidad para interactuar con los rivales, conocer historias y ambiciones semejantes. El domingo por la noche, los cuerpos técnicos de los cuatro equipos se juntaron en un emblemático pub local para confraternizar. Todos pasos pequeños pero importantes en un evento que nació para desarrollar jugadores y entrenadores.

Si los Jaguares salen nuevamente campeones, se habrá cumplido parte del objetivo. El beneficio futuro será el haber usado este torneo para darles nuevas oportunidades y un alto nivel de competencia a jugadores que buscan, trabajan y sueñan con poder jugar en Los Pumas.

Dejá tu comentario