19 de agosto 2010 - 00:00

Caso Píparo: madre complicó a cajero

La madre de Carolina Píparo declaró ayer que el cajero que la atendió en el banco hizo un gesto cómplice por encima de la ventanilla.
La madre de Carolina Píparo declaró ayer que el cajero que la atendió en el banco hizo un gesto cómplice por encima de la ventanilla.
La madre de Carolina Píparo, la mujer baleada en una salidera bancaria en La Plata, declaró ayer que le «llamó la atención» algunos movimientos que realizó el cajero que las atendió en el interior del banco y aseguró que hizo un gesto con sus cejas dirigido al presunto «marcador».

«A mí y a Carolina nos llamó la atención la mirada del cajero que, siendo un hombre más alto que yo, mira hacia la izquierda por encima de la ventanilla», declaró María Emma Cometta, que acompañó a su hija a retirar dinero en efectivo de la sucursal del Banco Santander Río ubicada en 7 y 42, en La Plata. En la declaración, la mujer detalló: «Vi (al cajero) como que algo le había llamado la atención, miraba hacia la izquierda y gesticuló con sus cejas». «Eso -continuó- me hace a mí y a mi hija mirar para el mismo lado, sin hablarnos entre nosotras, por habernos llamado la atención a las dos dicho movimiento», aseguró.

La mujer explicó que esa situación del cajero la habló con su hija cuando pudo verla en terapia intensiva del Hospital de Gonnet, a lo que ella le dijo: «Mamá, fue el cajero, no te diste cuenta». Emma volvió a sembrar sospechas sobre Gerardo Pereda, el tesorero de la sucursal del Banco que el día que Carolina retiró u$s 10.000 y $ 13.000 se encontraba como cajero circunstancial.

Aseguró que también le llamó la atención que «cuando trae los u$s 10.000, los coloca en el cuentabilletes permitiendo que quienes estaban en las proximidades pudieran observar la cantidad de dólares que sacábamos». «Es más, mi hija y yo tratábamos de tapar esa circunstancia para que la gente no observe, porque el cajero, en vez de ponerse frente al contador para que la gente no observe, se puso al costado», graficó.

Sostuvo que cuando el cajero gesticuló con sus cejas y ellas miraron, no observaron ninguna situación o persona que les llamara la atención, aunque aclaró que después del robo identificó al presunto marcador de su hija.

«En días posteriores, veo por televisión las imágenes de quien se sindicaba como el marcador de mi hija dentro del banco, al cual reconozco plenamente como la misma persona que estaba el 29 de julio en el banco y quien recibió la seña del cajero, a mi criterio, en las condiciones que señalé», precisó.

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