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CGT: Moyano sigue otro mes para frenar jugada macrista
• EL CAMIONERO SE HIZO ACLAMAR PARA CONTINUAR HASTA EL 22 DE AGOSTO.
• EXIGE TRIUNVIRATO CON SCHMID.
A último momento decidió quedarse a cargo de la recta final de la transición hacia la reunificación de la central obrera. Así, puso freno a la avanzada del Gobierno para imponer a Venegas como líder.

Hasta el final. Hugo Moyano encabezó el congreso de su CGT en Ferro. A su derecha, el rural Gerónimo Venegas, que deberá esperar para insistir con su postulación para quedar como único líder, con apoyo de Macri.
La jugada se concretó con la pompa habitual del movimiento obrero peronista. Un congreso de la CGT Azopardo en el microestadio de Ferro Carril Oeste, pautado para votar la memoria y balance de los últimos cuatro años de gestión del camionero, sirvió para torcer el plan original, que consistía en alejarse para dar paso a una conducción de transición hasta el 22 del mes que viene, y reconvertirlo en un acto laudatorio de su liderazgo por parte de todos los sectores.
Con la maniobra Moyano logró frenar una incipiente pero firme disputa interna por su sucesión en la CGT entre el candidato que impuso el propio camionero, el portuario Juan Carlos Schmid, a quien nominó para integrarse a un triunvirato por un período de un año junto a dos dirigentes de las otras dos versiones de la central, y el rural Venegas (Uatre), que aspira a conducir a solas la organización con la bendición de Mauricio Macri.
Ese tironeo signó los últimos movimientos dentro de la seccional más movediza de la CGT. Ayer mismo, previo al congreso que arrancó al mediodía, Venegas se encontraba en la seccional del gremio de conductores de taxis, que lidera José Ibarra, junto a buena parte de los dirigentes que esta misma semana le dieron su respaldo en un almuerzo para posicionarlo como candidato único. Muchos de esos sindicalistas decidieron apoyar al rural desilusionados por la decisión del camionero de apoyar a Schmid y no a su propio hijo mayor, Pablo Moyano, como su reemplazante en la central obrera.
En Ferro, mientras tanto, Schmid, junto al petrolero Guillermo Pereyra y el panadero Abel Frutos, preparaban el acto para la llegada del todavía secretario general. En esa instancia, Moyano tomó la decisión con sus principales colaboradores de continuar por dos razones: no facilitar el crecimiento de Venegas, y por lo tanto de la influencia del Gobierno sobre la CGT, y de paso mantener intacto el protagonismo como árbitro en todas las instancias.
"Como dijo Evita, 'renuncio a los cargos pero no a la lucha'. Me voy de la CGT pero siempre voy a estar a la cabeza de todas las luchas. No podía ser de otra forma porque es mi temperamento, cuando veo una injusticia voy a estar presente...", arengó Moyano a modo de principio de despedida.
Hasta el 22 intentará que prevalezca su acuerdo para impulsar un triunvirato con Schmid y completado por el "gordo" Héctor Daer (Sanidad) y Carlos Acuña (estaciones de servicio), nominado por Luis Barrionuevo. Desde los otros sectores respaldan ese formato pero admiten la chance de incorporar, como posible cuarto secretario general, al ferroviario Sergio Sasia, del Movimiento de Acción Sindical (MASA) que orienta el taxista Omar Viviani.
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