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Déficit comercial: el problema es la oferta exportable
Al analizar la estructura y evolución del comercio con Brasil surgen algunas paradojas y peculiaridades. Por un lado, es cierto que ganaron terreno las exportaciones de productos industriales. Esto es principalmente, por no decir excluyentemente, el sector automotor. Lo cual es sumamente beneficioso para toda la cadena de valor del aparato manufacturero argentino. Pero sin hacer ningún cálculo de externalidades ni evaluación social del impacto económico de este aumento de las ventas externas de autos al Brasil, el problema es que al final de cuentas la Argentina termina importando muchos más autos y autopartes y otros componentes del conglomerado automotor que su socio. Precisamente ese sector y el autopartista, en este último principalmente radica el génesis del déficit con Brasil.
Históricamente el principal producto exportado a Brasil era el trigo, del cual el país vecino dependía suicidamente para abastecer su demanda interna. Ya no es así debido a las trabas a la exportación y a la caída de la producción criolla.
AUTOS Y AUTOPARTES
Ahora son autos los que lideran el ranking de los principales 100 productos exportados a Brasil. En los últimos años hubo algunos cambios significativos , como ser combustibles y energía eléctrica que irrumpieron entre las mayores importaciones desde Brasil. Incluso, años atrás entre los tres primeros se destacaban los teléfonos celulares.
El punto es que Brasil no dejó de importar a lo largo de todos estos años. Es más, viene incrementando sus compras al resto del mundo en forma sostenida. Quiere decir que la economía brasileña, y en particular su aparato industrial, requiere y demanda bienes y servicios importados para acompañar su nivel de actividad porque no logra abastecerse localmente. De modo que mercado hay. El problema de la Argentina es que no logró generar ni construir ni armar una oferta exportable que calce con la demanda de importaciones brasileñas. Brasil necesita bienes y servicios que la Argentina aún no ha sabido o no ha podido proveer. Sin duda es el desafío por delante. Mientras tanto otros proveedores, más lejanos, como China y algunos países europeos, aprovechan los nichos de mercado en Brasil.
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