Desde el Gobierno niegan que la medida tenga motivos recaudatorios, pese al crecimiento del rojo fiscal.
Michel Temer.
El Gobierno de Michel Temer lanzó el paquete de privatizaciones que incluye al gigante Eletrobras luego de admitir que no cumplirá la meta de déficit fiscal de Brasil para este año y el próximo, con lo cual elevó la previsión de desequilibrio de u$s44.000 millones a u$s52.000 millones.
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El aumento del déficit fiscal respondió en parte a la caída de la recaudación y a la baja récord de la tasa de inversión, coincidieron ayer economistas brasileños.
El ministro encargado de las privatizaciones, el secretario de la presidencia, Wellington Moreira Franco, descartó que la venta del patrimonio público tenga motivos recaudatorios, pero el Gobierno espera percibir por ese concepto unos u$s13.000 millones.
El valor de las acciones de Eletrobras se disparó con el anuncio de la venta de parte de sus acciones. El ministro de Minas y Energía, Fernando Coelho Filho, afirmó la semana pasada a inversores en Nueva York que la empresa valía u$s3.000 millones antes del anuncio; que en la actualidad su valor es de 10.000 millones y privatizada puede llegar a 25.000 millones.
La venta de parte de las acciones de Eletrobras forma parte del plan de privatizar 57 activos del Estado, entre ellos una veintena de centrales hidroeléctricas, la Casa de Moneda -que emite pasaportes- y la operación de siete aeropuertos, entre ellos el mayor para vuelos de cabotaje, situado en San Pablo.
En un escalón de identificación nacional más bajo que la petrolera estatal Petrobras, la puesta en venta de parte de Eletrobras generó debate entre el oficialismo, la oposición y académicos, sobre todo porque se trata de un recurso estratégico que había sido preservado incluso en los años 90, cuando se vendieron empresas públicas como las telefónicas y la gigante minera Vale do Rio Doce.
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