Si bien todo el país estará mirando el resultado de las generales del domingo, para el mundo judicial la elección clave se llevará a cabo este jueves, para definir las autoridades que conducirán la tradicional Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional (AMFJN). No solo es porque nunca antes habían coincidido ambos comicios con tanta sincronía en el calendario, sino porque también representan cómo el Poder Judicial decide parapetarse de cara a la incertidumbre que refleja el recambio en Casa Rosada a partir de diciembre. Existe una discusión central que diferencia esta elección de jueces de las anteriores: el panorama por venir va a requerir de mucho más músculo gremial que de dar testimonio de una posición institucional sobre asuntos coyunturales; el tironeo por la plata, en un contexto económico adverso también para los judiciales, será el eje fundamental que marque el pulso de la relación con cualquier Poder Ejecutivo a partir de 2024. Sobre esto cerrarán filas.
Elección clave de jueces para la Asociación marcará futura relación con el nuevo gobierno
Bordó, por tradición y despliegue asoma como favorita para la presidencia de la agrupación que nuclea a los magistrados, en final cerrado. Celeste, retadora, se tiene fe y Compromiso aprovecha función de “árbitro” en Consejo Directivo. La pelea por los fondos del Poder Judicial es central para un rol de representación gremial mucho más marcado y que no podrá evitar fricciones.
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Andrés Basso y el saliente presidente de la la AMFJN, Marcelo Gallo Tagle.
La tradicional Lista Bordó que postula al juez de Tribunal Oral Andrés Basso es la que, al cierre de esta edición y cuando separan 48 horas para la apertura de mesas, asoma con una ventaja en los guarismos previos, a pesar de que todos destacan lo ajustado que puede ser el resultado, en un padrón acotado donde cada voto vale oro. Los Bordó apuestan a una renovación de rostros y a un candidato que ya arrastraba buenos contactos en las provincias y tuvo el pico de exposición en el juicio Vialidad, donde votó por la condena más dura hacia los exfuncionarios kirchneristas acusados.
Como pilares, esta agrupación -que ha tenido desde hace años la presidencia de forma ininterrumpida- exhibe como principal activo su coherencia a la hora de reclamar por la independencia judicial pero esta vez, apuesta a llevarla más lejos con el intento de lograr una autonomía presupuestaria. Es un desafío común para todas las listas, La Celeste -retadora con el juez Eduardo Gottardi como el postulante que se tiene fe para intentar la hazaña de ganar- y Karina Perilli con Compromiso Judicial, que por estar siempre en el tercer lugar logra que con la mayor paridad de las otras listas, actúa como una suerte de árbitro para inclinar la balanza en el Consejo Directivo de la AMFJN. La realidad entre los jueces no dista mucho del panorama que se ofrezca en el Congreso Nacional, luego del domingo. Ninguna fuerza puede ser capaz de imponerse por sí sola y el “acuerdismo” por temas pasará a ser un elemento crucial del paisaje.
Otro elemento común es que el universo judicial está sufriendo como nunca -y pese a contar con uno de los mejores salarios de la administración pública, comparativamente medidos- la crisis económica a la que le agregan cuestiones especiales: el descuento por jubilación sin tope (ningún régimen lo tiene) y el pago desigual de Ganancias. Eso siempre tare como consecuencia un desaliento a la carrera judicial. Un secretario que asciende a juez termina cobrando menos que su subalterno. Hasta ahora es un desorden al que nadie le encontró cauce.
En definitiva, la AMFJN es un gremio de jueces y las inquietudes pasan por esos tópicos con los que se buscan atraer votos. De fondo, entonces, se elige quién pueda hacer mayor fuerza para pararse frente a estos reclamos. En la realidad, habrá que ver quien puede parapetarse junto a la Corte para discutir el presupuesto del Poder Judicial, en una contexto inflacionario y en el año en el que porcentualmente el Ejecutivo retaceó la ejecución de la mayor partida de fondos. Eso y resistir los embates de coyuntura que suelen tener los gobiernos. En ningún escenario no se evitarían los choques. Esa certeza vuelve singular esta elección.
La Bordó consiguió más 630 avales a la lista de Basso, apuntalado por un equipo que tiene al saliente presidente Marcelo Gallo Tagle, al juez de la Cámara Federal y de alto perfil Mariano Llorens, a la fiscal del juicio “cuadernos” Fabiana León trabajando para arriar votos desde los Ministerios Públicos, y a María Elena López que trabaja en el fuero laboral, un territorio donde Celeste tuvo siempre una buena cantera. El juez de Casación Diego Barroetaveña en su doble rol también como consejero es uno de los factótum de esta lista -donde el antecedente a favor de la Bordó- los votos de Comodoro Py pasan a ser gravitantes para el resultado final y compensan eventuales menguas en otros tribunales. Junto a Agustina Díaz Cordero fueron de los más movedizos a nivel país. Tabicar cualquier reforma en el régimen jubilatorio y oponerse de plano al traspaso de la justicia nacional a la órbita de la Ciudad de Buenos Aires son las ideas que han guiado su campaña cuyo despliegue incluyó un fuerte trabajo en las comisiones de género que era un tema poco abordado por la lista que suele ser asociado al sector más conservador del Poder Judicial pero que pretende para estos comicios renovar su oferta.
La Celeste -que como siempre tiene al camarista Alberto Lugones como un referente principal y que ahora postula también como parte de su oferta al fiscal federal Franco Picardi que viene de imputar al candidato presidencial Javier Milei- hizo un trabajo de campo previo que acercó alrededor de 200 afiliaciones. Sin una relación directa con votos, es un dato que de todas formas mira con atención la Bordó. Vale decir que todo el ruido del nombramiento de jueces que aprobó el Senado en las últimas semanas y que se intentó postular como una jugarreta para cambiar el mapa de poder en la AMFJN y en el Consejo de la Magistratura no tiene ningún asidero en los datos. La gran mayoría de los nombrados ya estaban afiliados desde sus cargos previos. Pero como sucede en la general, en esta escala es determinante qué porcentaje del padrón concurra a las urnas que estarán abiertas en varias locaciones durante todo el jueves. Hubo un dato que llamó la atención y encendió las alarmas Bordó: tanto Celeste como Compromiso certificaron 251 avales a sus listas, una cifra idéntica. Sería en esta interpretación una señal de actuación en tándem. Por otro lado, nadie niega esta posibilidad pero no en los avales, sino en hacerse del control del Consejo Directivo que se repartirá por porcentaje bajo el sistema D’ Hondt. Eso sin contar alianzas estratégicas donde siempre surgen chispazos en la distribución de comisiones y cargos.
Gottardi goza de conocimiento moderado y su fuerte es el fuero Contencioso Administrativo y la Cámara Civil y Comercial Federal donde se desempeña. A la Celeste, en escenarios turbulentos, no suele ayudarla quedar asociada a gobiernos kirchneristas por eso inicio, sigilosamente, un despegue estratégico que se evidenció en el Consejo de la Magistratura. En el llano del mundo judicial, el peronismo es refractario y mucho más con una crisis económica encima. Compromiso hizo fuerza para que la fecha de la elección fuese antes de la nacional para evitar cualquier efecto “arrastre”. Por un lado todos abdican de la incidencia de la política partidaria en las filas de la representación judicial pero también es cierto que, con viento de cola, las buenas relaciones con los ejecutivos redundan en más “elecciones” de jueces de una terna de un determinado sector.
Una de las ideas fuerza que se plasmó también en el Consejo fue la defensa de los asociados frente a la amenaza de juicio político por denuncias por el contenido de sus sentencias. Paridad de género, mayor comunicación, cambios en el régimen disciplinario del MPF, rendición de cuentas y la original creación de una “comisión para la defensa contra los ataques y escraches mediáticos” son parte de la oferta Celeste. El resto también busca hacerse fuerte en el interior del país, en una denuncia sobre cierto manejo centralista desde CABA donde obviamente está la mayor concentración de juzgados. La jueza civil Paula Castro, la defensora Fernanda López Puleio, el camarista Jorge Di Lorenzo, su par Néstor Barral son algunos de los referentes de su oferta. En su campaña han buscado percutir más sobre Bordó para desafiar al oficialismo en la AMFJN.
Ganancias es un tema común también para Compromiso con Perilli a la cabeza y apuntalados por Alejandra Provítola, Jimena Monsalve, Eduardo Machín, entre otros. Desde allí, se destaca la cantidad de litigios por jubilaciones y las demoras de
ANSES para otorgar haberes que generaron situaciones complejas. Presentaron un proyecto propio para homogeneizar el pago del impuesto que sigue siendo un tema irresoluto y prima entre sus afiliados la percepción de que nunca, para los judiciales, se perdieron de tan mala manera tanta cantidad de derechos. Su foco también tiene incidencia en el funcionamiento de la obra social y en el funcionamiento del anquilosado Lex 100 para evolucionar hacia un real expediente digital. Su éxito en la elección se evalúa en cuánto requieren los otros dos sectores que ellos desequilibren la paridad y acompañen sus propuestas.
Un cambio de paradigma a nivel general será antecedido por esta elección que es mucho más que un recambio de autoridades.
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