En medio de la campaña, portazo de la directora del Antártico

El área se ocupa de la política nacional de la Antártida. Errores y falta de equipamiento pusieron en riesgo condiciones de vida en enclaves.

emergencia. En la base Carini, la usina se quedó sin servicio y puso en riesgo la calefacción y el sistema de bombeo de agua potable, dos condiciones fundamentales para la supervivencia de las dotaciones.

La titular de la Dirección Nacional del Antártico (DNA) Patricia Ortuzar presentó su renuncia al cargo en plena ejecución de la Campaña Antártica de Verano 2023/24.

Esa dirección se ocupa de “la programación, planeamiento, coordinación, dirección, control y difusión de la actividad antártica a fin de lograr el cumplimiento de los objetivos, políticas y prioridades de la Política Nacional Antártica”, según el sitio oficial de la Cancillería. En 2003 durante el gobierno de Eduardo Duhalde la DNA pasó del ministerio de Defensa al de Relaciones Exteriores y quedó bajo la órbita de la Secretaría de Malvinas, Antártida, Política Oceánica y Atlántico sur que ahora conduce Paola Di Chiaro.

Aquel cambio de dependencia dispuso además que las bases Carlini y Brown (temporaria) pasaran a la gestión logística y administrativa de la DNA. Las restantes seis bases permanentes, Esperanza, Marambio, San Martín, Orcadas, Belgrano II y Petrel, y cinco transitorias, Decepción, Primavera, Cámara, Melchior y Matienzo, están gestionadas por Defensa con el Estado Mayor Conjunto, en la actualidad a cargo del brigadier general Xavier Isaac. Una serie de problemas de logística en las dos bases antárticas que administra la DNA: Carlini y Brown (temporaria) habrían sido el detonante de la salida de Ortúzar.

El más grave ocurrió en la base Carlini y viene de arrastre desde la campaña 2022/23 sin solución a la fecha. La usina de la base quedó sin servicio, ninguno de los dos electrogeneradores está en funcionamiento. La situación de emergencia se mitigó en parte con un grupo electrógeno más repuestos prestado por el ministerio de Defensa a través del Estado Mayor Conjunto.

En la Antártida la vida de las dotaciones de las bases depende en esencia de la calefacción y del sistema de bombeo de agua potable, ambos responden al funcionamiento de usinas compuestas de dos electrogeneradores, como mínimo.

El clima de temperaturas extremas obliga a tener un equipo de back up es la diferencia entre la vida y la muerte por hipotermia si falla el principal. El percance condicionó toda la actividad de la base durante 2023, la instalación quedó sujeta al funcionamiento de un único equipo y se redujeron tareas para evitar sobrecargas. Se suspendieron todos los programas científicos que correspondían realizarse en la precampaña de primavera entre los meses de octubre y noviembre pasado. Con un solo generador en servicio aumentar la población de la base (son 25 y se agregan alrededor de 20 científicos en la precampaña) era asumir una situación de alto riesgo.

“Se perdió continuidad en la recolección de datos de la fauna costera y terrestre en un periodo de vida, -reproducción- esencial para el monitoreo del estado de las especies”, dijeron científicos a este diario. Aparatología básica para sanidad de la dotación de invernada está inoperable, por caso, el equipo de Rayos X, vencido y obsoleto, odontología sin el sillón para pacientes, tiene un grado de deterioro que lo torna inoperable. El panorama de desmadre administrativo motivó a las autoridades de la Cancillería en acuerdo con Defensa para que en adelante la logística de Carlini y Brown se incluya en el proceso administrativo de licitaciones y compras del Estado Mayor Conjunto en cabeza del Comando Conjunto Antártico. Este organismo tiene la misión de conducir las operaciones de despliegue, sostén logístico y desarrollo de la actividad científica.
Las expediciones científicas demandan medios aéreos, navales, terrestres y una logística precisa para poder enfrentar, con seguridad, el rigor climático y aislamiento antártico.

El 8 de enero pasado el rompehielos ARA Almirante Irízar reaprovisionó Carlini. Descargó gas oil antártico (GOA) que usan los generadores, víveres secos, frescos, tubos de gas propano y 2 motores generadores. Aparatos portátiles se diría domiciliarios; de baja prestación; destinados a energizar equipos de comunicaciones y luz de un solo local. Desembarcaron once grupos de científicos para continuar investigaciones sobre biología costera y terrestre, oceanografía, ecología, microbiología y monitoreo de elefantes marinos y pingüinos.

Esta base fue pionera en el estudio de impacto ambiental del microplástico. En el verano de 2022, Antonio Curtosi, experto en Ciencias Ambientales y doctor en Oceanografía del Instituto Antártico Argentino (IAA) lideró un programa de investigación de la presencia de microplásticos en la atmósfera antártica en cooperación con Francia. Programa que ahora con el auspicio del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) promovió el reciente viaje del presidente Javier Milei a la Antártida.