22 de septiembre 2016 - 00:00

Estallan en EE.UU. graves disturbios raciales por otro caso de gatillo fácil

Los agentes alegaron que estaba armado. Hubo saqueos, piquetes y ataques a la Policía, que dejaron 16 efectivos heridos. Otro asesinato, aparentemente a sangre fría, conmueve a Tulsa (Oklahoma).

Cara a cara. Los casos de negros muertos por policías ya parecen una epidemia en Estados Unidos. Por eso, la reacción de las comunidades es cada vez con más frecuencia violenta.
Cara a cara. Los casos de negros muertos por policías ya parecen una epidemia en Estados Unidos. Por eso, la reacción de las comunidades es cada vez con más frecuencia violenta.
Charlotte - Un nuevo asesinato de un ciudadano negro a manos de policías en Estados Unidos desató en la madrugada de ayer violentas protestas en Charlotte, Carolina del Norte, durante las cuales cientos manifestantes cortaron una autopista y saquearon camiones, y las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos. Los choques dejaron dieciséis efectivos heridos.

Las autoridades de esa ciudad se preparaban al cierre de esta edición para una segunda noche de protestas en medio de una fuerte tensión.

Los disturbios comenzaron el martes a la noche y se extendieron hasta la madrugada de ayer, cuando decenas de personas cortaron la autopista interestadual 85, saquearon camiones y prendieron fuego a la mercadería sobre el pavimento.

Poco después del tiroteo, la Policía bloqueó el acceso al área, a un kilómetro del campus de la Universidad de Carolina del Norte, mientras manifestantes se congregaban en el lugar al grito de "las vidas de los negros importan", un lema acuñado luego de otros casos similares ocurridos en los últimos años. "Dejen de matarnos", decía un cartel.

La alcaldesa de Charlotte, Jennifer Roberts, llamó a la calma por Twitter y dijo que "la comunidad merece respuestas".

Publicaciones en las redes sociales mostraron a los manifestantes atacando y destruyendo vehículos policiales. En tanto, imágenes de TV mostraron a la Policía disparando gases contra la multitud.

Se informó que 16 policías resultaron heridos y que un manifestante fue arrestado.

Las calles estaban tranquilas y no había manifestantes a la vista ayer a la mañana. Vidrios rotos y decenas de piedras rodeaban un patrullero que fue vandalizado durante los desórdenes. A unos kilómetros, un supermercado que fue saqueado mostraba en su entrada una barricada con un armazón de madera.

La protesta, la más reciente de una larga serie en Estados Unidos por las repetidas muertes de negros a manos de policías en los últimos años, llegó luego de otra manifestación en Tulsa, estado de Oklahoma, por la muerte de otro afroestadounidense que fue baleado por agentes pese a estar desarmado.

Desde Washington, la fiscal general Loretta Lynch dijo que el Departamento de Justicia, del cual es titular, sigue los acontecimientos en Charlotte y está en contacto con las autoridades. Asimismo, decidió abrir una pesquisa federal sobre lo acontecido en Tulsa.

Las protestas en Charlotte estallaron el martes a la noche luego de que Keith Lamont Scott, de 43 años, fue muerto a tiros por un policía -también negro- en un complejo del noreste de la ciudad.

Las autoridades aseguraron ayer que Keith Lamont Scott estaba armado, pero su familia dijo que, en lugar de un arma, llevaba un libro.

El responsable de la Policía de Charlotte-Meckenburg, Kerr Putney, aseguró en una conferencia de prensa junto a la alcaldesa que los agentes le pidieron a Scott varias veces que arrojara el arma con la que salió de un vehículo. Sin embargo, no pudo precisar si la víctima, de 43 años, apuntaba a los agentes antes de ser abatido.

Putney contó que los oficiales estaban buscando a un sospechoso cuando vieron a Scott -que no era el hombre buscado- salir de un auto con un arma y luego volver a entrar al vehículo. Los agentes le ordenaron tirar el arma, pero el hombre salió del auto por segunda vez con ella en la mano.

En tanto, en Tulsa, Oklahoma, cientos de personas se manifestaron frente al cuartel de Policía para exigir el despido de la oficial Betty Shelby, quien el viernes pasado mató a tiros Terence Crutcher, de 40 años, durante un incidente en una ruta que fue filmado desde un patrullero y un helicóptero.

El hecho sucedió cuando Crutcher regresaba a su casa tras asistir a clase en la Universidad Comunitaria local y se le descompuso su camioneta. Un par de llamadas alertaron a la Policía sobre la presencia del vehículo atravesado en la ruta, en medio de una zona boscosa, por lo que la agente Shelby acudió al lugar.

En los videos se ve cómo Crutcher camina con los brazos en alto seguido por Shelby, que le apunta con su pistola y termina, flanqueada por otros dos uniformados, por efectuarle un disparo mortal.

Agencias Reuters, EFE, ANSA y DPA

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