27 de noviembre 2014 - 00:00

Griesa negó ahora pago a los bonistas europeos

Paul Singer
Paul Singer
 Thomas Griesa denegó el martes pasado un pedido del grupo de bonistas Euro Bondholders para liberar fondos congelados desde julio último por la puja judicial que llevó a la Argentina a un nuevo default "técnico". Los bonistas europeos habían presentado una moción para pedirle a Griesa que dejara a sus bonos fuera del mandato judicial que obliga al país a cancelar una sentencia a favor de los fondos buitres NML Elliott de Paul Singer, Aurelius Capital y Blue Angel para poder afrontar el resto de los vencimientos de la deuda. El martes pasado Griesa rechazó ese pedido, al señalar que permitir que los bonistas europeos cobren los vencimientos de sus títulos -que están gobernados por la legislación británica- implicaría "hacer excepciones importantes a sentencias y el mandato judicial" emitido por su tribunal y avalado por la Corte de Apelaciones. Con esta medida, el juez de Nueva York le cerró la puerta, por ahora, al reclamo de los bonistas europeos, y estiró el alcance de sus decisiones judiciales a los títulos bajo jurisdicción europea. Griesa optó por no esperar una la decisión del juez del Reino Unido, Guy Newey, quien había dicho que decidirá a mediados de diciembre si los tribunales de Estados Unidos tiene autoridad para frenar los desembolsos de los bonistas europeos.

La decisión de Griesa también implica que el alcance del "default selectivo" se mantendrá igual. Hasta el momento, el juez sólo permitió los pagos de los bonos en pesos y de los bonos en dólares gobernados por la ley argentina. Pero, cabe aclararlo, también cambió de opinión en más de una ocasión respecto del alcance de su mandato judicial, algo que podría volver a ocurrir.

La orden firmada por Griesa fue presentada por Robert Cohen, abogado de NML, en una carta a fines de la semana anterior. La estrategia de los demandantes siempre ha sido buscar que el alcance del mandato judicial del juez sea lo más amplio posible, pues de ello depende

Christopher Clark, abogado de los bonistas europeos, presentó otra carta, anteayer, para responder a ese pedido de Cohen. En esa misiva le pidió a Griesa que aguardara el fallo de Newey antes de decidir sobre la moción de los bonistas europeos. Clark también le recordó que el juez británico ya había reconocido que "el tribunal inglés apropiadamente tenía jurisdicción" sobre el reclamo de Euro Bondholders.

Al presentar su moción, a fines de junio último, Clark había indicado que el canal de pago de los papeles en manos de los bonistas europeos -gobernados por las leyes de Inglaterra y Gales- no pasaban por Estados Unidos, y que las decisiones de Griesa no podían alcanzar al Bank of New York de Luxemburgo por la llamada "regla de la entidad separada", a través de la cual se trata a cada filial de una entidad financiera como una entidad aparte.

Griesa optó por dar a conocer su decisión sin esperar el fallo de Newey y denegó el pedido presentado meses atrás.

La pelea judicial de los bonistas europeos a ambos lados del Atlántico es seguida aquí con atención, en parte porque la saga de la deuda argentina ingresó desde hace ya un tiempo en un compás de espera hasta enero próximo, cuando se espera una señal del Gobierno que despeje las dudas respecto de si abrirá negociaciones con los holdouts, cuyos reclamos se acumulan en el tribunal de Griesa..

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