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“Hansel y Gretel” en el terreno del horror
La versión del coreano Yim Phil-Sung del relato de los hermanos Grimm es tan siniestra como el original, sólo que virada directamente a la fábula terrorífica, con atractiva estética.
Salvo algunas excepciones como «En compañía de lobos» de Neil Jordan, que llevaba a la famosa Caperucita Roja al terreno del film de terror, en general los cuentos de hadas o narraciones infantiles adaptados al cine fantástico para adultos se la ven complicada por ser demasiado inocentes para los fans del horror y demasiado siniestros para todos los demás.
Este problema ataca por momentos a esta película coreana con detalles estéticos realmente atractivos y una premisa perturbadora e interesante: un hombre choca con el auto mientras discute por teléfono con su mujer embarazada, se levanta del choque en medio de un bosque y de alguna manera queda atrapado en ese lugar encantado, con decorados dignos de un cuento de hadas y personajes realmente extraños. Hay chicos que nuca envejecen y que lucen bastante ominosos, igual que el hogar de maravillas donde viven, llenos de conejos en todas su formas (incluyendo unos rarísimos que ven dibujos animados en la televisión).
Aunque el clima de cuento de hadas terrorífico se repite un poco por momentos, el fuerte de esta «Hansel y Gretel» es el factor visual, ya que la fotografía es excelente y apoya una dirección de arte a todo lujo que sirve para demostrar el auge que está logrando la industria del cine coreano. Es difícil saber qué pensarían los hermanos Grimm de esta versión contemporánea made in Corea, pero al menos sigue siendo tan siniestra como la original. Lo único que tal vez se le pueda recriminar es lo repetitivo de la música, que vuelve una y otra vez sobre la misma melodía hasta enloquecer al espectador casi más que los conejos de todo tipo y calibre que abundan en la casa del bosque encantado.
D.C.
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